Día 19.

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Julio 19, 2017.


Día 19.

Vengo del fondo oscuro de una noche implacable
y contemplo los astros con un gesto de asombro.
Al llegar a tu puerta me confieso culpable
y una paloma blanca se me posa en el hombro.

Mi corazón humilde se detiene en tu puerta
con la mano extendida como un viejo mendigo;
y tu perro me ladra de alegría en la huerta,
porque, a pesar de todo, sigue siendo mi amigo.

Al fin creció el rosal aquel que no crecía
y ahora ofrece sus rosas tras la verja de hierro:
Yo también he cambiado mucho desde aquel día,
pues no tienen estrellas las noches del destierro.

Quizás tu alma está abierta tras la puerta cerrada;
pero al abrir tu puerta, como se abre a un mendigo,
mírame dulcemente, sin preguntarme nada,
y sabrás que no he vuelto... ¡porque estaba contigo!

José Ángel Buesa – Poema Del Regreso.

I've been here before
But always hit the floor
I've spent a lifetime running
And I always get away
But with you I'm feeling something
That makes me want to stay

I'm prepared for this
I never shoot to miss
But I feel like a storm is coming
If I'm going to make it through the day
Then there's no more use in running
This is something I got to face

If I risk it all
Could you break my fall?

How do I live?
How do I breathe?
When you're not here I'm suffocating
I want to feel love run through my blood
Tell me is this where I give it all up?
For you I have to risk it all
because the writing's on the wall

A million shards of glass
That haunt me from my past
As the stars begin to gather
And the light begins to fade
When all hope begins to shatter
Know that I won't be afraid

If I risk it all
could you break my fall?

Sam Smith – Writing's on the wall.

Querida Summer.

La Guerra más dura se alberga en mi interior sin ti.

Vi las luces de la casa encenderse una a una, primero las de su habitación y luego las de las escaleras y por último las de la sala de estar que conectaban con la puerta. Sonreí cuando unos ojos claros y abiertos como platos completamente sorprendidos me observaron.

Las botas estaban maltratándome los pies, la maleta pesaba como el infierno, tenía unas gotas de sudor corriéndome por la frente, mi respiración agitada y cansina. Mi cabello recogido en una coleta desordenada. Mi uniforme ajetreado y algo arrugado.

Al verte supe que todo este tiempo te había echado de menos. Desde la punta de tus pies hasta el último cabello. Tus respuestas inteligentes. Tú forma de siempre saber que decir o hacer. Los impulsos que te mueven. Tú forma de reírte. Tú forma de hablar. Tu arte. Tus camisas anchas y tus camisas cortas. Tus vaqueros gastados y también los que no lo están tanto. Tus ojeras cuando te falta el sueño. Tus ojos siempre atentos y tus pensamientos siempre lejanos.

Te echaba de menos en toda tu expresión mientras la guerra me consumía y las balas impactaban contra los cuerpos entre las sombras, entre los matices casi imperceptibles.

Las armas se hacían cada vez más pesadas y la desesperanza era consumidora como ninguna otra.

Ángel, he estado en medio de una guerra en la cual pelee sin poder ver más que la oscuridad de las almas mientras trataba de darle luz a la mía y de recuperarla.

Dear Summer. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora