Adiós.

721 13 1
                                        



The Last Song For You.

La nada ha carcomido los valles y los ríos.

La nada ha llenado de sinsabores el día a día.

La muerte me toca la puerta con aparente encanto.

El filo de tu boca ya no recuerdo.

La suavidad de tus manos ya no las siento.

Y nada ha devorado el todo.

Pude, podría, quizás, tal vez, de pronto... No existe.

El por qué se agotó.

Excusarla ya no servía de mucho, cuando cada acción era una pequeña punción en mi pecho. No se trataba de las otras chicas, ellas jamás dejaron de existir, se trataba de un vínculo que ella misma se encargó de destruir con sus acciones.

Una confianza, una sonrisa, conversaciones banales, lugares, cosas, todo eso ella simplemente lo lanzó al vacío como nada, como si fuese nada.

La nada consumió todo lo que éramos, todo lo que jamás seremos y todo lo que no somos.

Y luego lo demás fue basura verbal. Grosero, lejano y vacío.

Se sentía asqueroso.

La mierda de todos los días anteriores se aglomeraba en mi pecho abriendo la grieta, primero una punta, suavemente como una punzada de algo no más grande que la cabeza de un alfiler, pero eso no más grande hacía que el dolor quisiera abandonar mi cuerpo a punta de lágrimas, estaba en esa etapa, la etapa de las lágrimas, quizá tantas que sentía que iba a ahogarme en ellas.

El velero que había construido para ambas no podía salvarme de ello, no podía sostenerme y se le estaba filtrando el agua, tú ya ni siquiera estabas a la vista y quien sabe en qué isla y con qué otra persona te encontrabas. Solo quedábamos el velero y yo, pero mi pequeño velero estaba siendo invadido por mis propias lágrimas creando un tsunami que me aplastaría inevitablemente.

Había tratado de imaginarme tantas veces el adiós, pero jamás pude y verlo plasmado allí fue quizá lo más malditamente doloroso incluso en medio de un dolor constante como en el que vivo. Dolor sobre dolor. ¿Qué mierda es eso? Pero como dije, es un cierto grado de dolor diferente, desconocido y arrasador. Me sentía triste. Y tú por el contrario te veías aliviada. Podía leerte la mente, por fin te habías librado de la estúpida chica que solo molestaba y te miraba como tonta, lo sé. Lo entendí.

El adiós había sido sembrado y no fue necesario decir nada más, solo quedaba cantar la última canción.

Quizás un día no cantaré acerca de ti
Cantaré una canción acerca de alguien nuevo
Pero aquí, ahora, estás en mi mente
Y pienso en ti todo el tiempo


Estoy enviándote un mensaje
Y espero que te llegue


Cuando fue bueno, fue agridulce, cariño
Hiciste que me entristeciera hasta que amé la sombra de lo azul
Sé que no quieres hablar conmigo, así que esto es lo que haré
Quizás estés oyéndome, así que aquí está una última canción para ti
Aquí está una última canción para ti


Espero que te haga sentir
Espero que te haga arder
Y espero que te recuerde cuánto me dolió


En caso de que oigas esto, quiero que sepas que eres el amor de mi vida
Quiero decirte que estoy arrepentido, extraño tenerte junto a mí
Cuando eras mío

Sam Smith – One Last Song.

El adiós es un efecto colateral de estar marchitandose. 

Soy confusa, salvaje y perjudicial, y me has roto el corazón.

Con afecto, cariño y melancolía, Annie.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 18, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dear Summer. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora