Dear Summer. (Terminada)

Día 8.

Junio 9, 2017.

Querida Summer.

Bad Liar and Witchcraft.

Those fingers in my hair
That sly come-hither stare
That strips my conscience bare
It's witchcraft

And I've got no defense for it
The heat is too intense for it
What good would common sense for it do?

'cause it's witchcraft, wicked witchcraft
And although I know it's strictly taboo
When you arouse the need in me
My heart says 'Yes, indeed' in me
'Proceed with what you're leadin' me to'

It's such an ancient pitch
But one I wouldn't switch
'cause there's no nicer witch than you.

Witchcraft – Frank Sinatra.

—¡Me gusta que las chicas se defiendan!
En su mirada apareció un destello del placer que adivinaba en la batalla, en la conquista, en el sitio. No quería entregarme a ella y, sin embargo, mi cuerpo entero se moría por acariciarla y por recibir sus caricias.
—¡Vamos, dime otra vez que no quieres, que me odias!
Se echó a reír. Su risa era cínica y provocativa.
—¡Te odio! —grité.
Era la verdad, pero eso no impedía que me consumiera de deseo.

Desperté tambaleante por el dolor que perforaba de forma incesante mi cabeza, el licor me mantenía prácticamente dopada aún bajo su efecto. Busque un cuerpo a mi lado y la cama estaba completamente vacía, voltee para ver y efectivamente el otro lado de la cama estaba deshabitada. Tome mi ropa interior del suelo y una de mis camisetas grandes para caminar por la casa, el sol torturaba mis ojos y en cuanto me mire en el gran espejo de la sala pude observar el gran desastre. Mis labios aun rojizos, marcas en mi cuello, en mis brazos, sus labios y sus uñas hicieron un buen trabajo dejándome huella, pero era peor el deseo insostenible que todavía palpitaba en mi cuerpo cada vez que volvía a pensarla.

Agarre mi cabello en una coleta descuidada y seguí caminando en su búsqueda, sabía dónde podría encontrarla y si no estaba allí entonces se había marchado. Ahí vi al pequeño gato de ojos amarillos, una bola de pelos que estaba observándome con atención proveniente del salón de arte, su lugar preferido.

Camine por el pasillo hacía esa dirección, escuche como sonaba levemente una canción proveniente de ese lugar, una de Sinatra y lo supe de inmediato, mi chica se encontraba allí. Witchcraft retumbando contra el cristal de la puerta corrediza. Me dieron unas enormes ganas de invitarte a bailar, un baile lento y pausado con tus largas piernas y lo pensé, aquellas palabras que había pensado para tus piernas hace días, aquellas que tú ya conoces.

Piernas largas casi hasta parecer infinitas, sensibles, delicadas y firmes, curiosas, rápidas, y al mismo tiempo lentas. Esculpidas y llenas de vigor, cálidas.

Con miles de poros a la expectativa del tacto y demasiado escurridizas.

Moviéndose acompasadas y rebeldes en búsqueda de nuevas cosas siempre, incapaces de permanecer y preferiblemente intranquilas ante la posibilidad de estadía.

Lo suficientemente fuertes como para correr en medio de nuestro cráter lunar, pero lo suficientemente débiles como para terminar enredadas en nuestras sabanas de seda.

Así son, dignas de admirar e imposibles de ignorar tratando de no ser muy notorias, pero siéndolo al fin y al cabo, como el resto de la piel de su dueña.

Por primer momento en el día, te vi y ¡Vaya maravilla! Sentada en tu butaca de cuero completamente desnuda, tu silueta marcada y moldeada por los mimos dioses activando ese cosquilleo ya conocido en mis manos. ¡Quieres volverme loca!