Día 26.

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  Quiero ser tu aspiradora
Respirando tu polvo
Quiero ser tu Ford Cortina*
Y nunca me oxidaré
Si te gusta tu café caliente
Déjame ser tu cafetera
Tu mandas nena
Yo sólo quiero ser tuyo

Los secretos que guardo en mi corazón
Son más difíciles de ocultar de lo que pensé
Quizás sólo quiera ser tuyo
Quiero ser tuyo
Quiero ser tuyo

Déjame ser tu contador**
Y nunca me agotaré
Déjame ser el radiador
Sin el que tendrás frío
Quiero ser tu fijador
Para sujetar tu pelo con profunda devoción
Por lo menos tan profunda como el Oceano Pacífico
Quiero ser tuyo

Los secretos que guardo en mi corazón
Son más difíciles de ocultar de lo que pensé
Quizás sólo quiera ser tuyo
Quiero ser tuyo.

I wanna be yours - Arctic Monkeys.

Sed de ti me acosa en las noches hambrientas.
Trémula mano roja que hasta su vida se alza.
Ebria de sed, loca sed, sed de selva en sequía.
Sed de metal ardiendo, sed de raíces ávidas......

Por eso eres la sed y lo que ha de saciarla.
Cómo poder no amarte si he de amarte por eso.
Si ésa es la amarra cómo poder cortarla, cómo.
Cómo si hasta mis huesos tienen sed de tus huesos.
Sed de ti, guirnalda atroz y dulce.
Sed de ti que en las noches me muerde como un perro.
Los ojos tienen sed, para qué están tus ojos.

La boca tiene sed, para qué están tus besos.
El alma está incendiada de estas brasas que te aman.
El cuerpo incendio vivo que ha de quemar tu cuerpo.
De sed. Sed infinita. Sed que busca tu sed.
Y en ella se aniquila como el agua en el fuego.

Pablo Neruda – Sed de ti.

Querida Summer.

Verla era poder contemplar el arte de primera mano. – Quédate quieta nena – dije mientras la veía sin camisa y acostada boca abajo concentrada en algo que estaba dibujando.

Disparé el flash de la cámara y sonreí. Cuando observe el resultado no podía estar más maravillada. - ¿Cómo es que puedes ser naturalmente hermosa? Tu belleza es un maldito regalo del cosmos para mí. Y aunque se desgastara con el tiempo, podría encontrar más belleza debajo de toda esa piel, incluso en tus ojos puedo hallarla con gran facilidad aunque creas poder esconder muchas cosas de mí.

Ella paro de dibujar y me miro. – Odio que creas que me conoces demasiado.

Yo niego. – No creo eso, realmente siento que no te conozco. Conozco tus manías y gestos, eso una persona con un poco de atención puede llegar a verlo, pero de ti solo conozco lo que me has dejado ver.

Algunas cosas no sabemos por qué suceden o cómo suceden, solo inexplicablemente pasan. Es terrorífico y causan confusión. Una mañana solo despiertas y jugueteas a coquetear con la chica que siempre ha llamado tu atención y al otro instante ella te ha visto y está coqueteando también contigo. Un día solo enfrentas una guerra y crees que jamás podrás tomar un descanso y luego te encuentras en una cama, con la chica que quieres siendo abrazada por ella y sintiéndote al fin en casa. – Si pudiera contar con palabras todo lo que veo, no necesitaría contar con una cámara todo el día ¿No crees? Yo podría simplemente tratar de guardarte en mi memoria y sé que lo haré, no te borraré aunque el tiempo haga estragos en todos nosotros, pero también me gustaría guardar una foto tuya, una en la que te vea allí, amando la vida, amando tu libertad, siendo tu misma y siendo tu misma a mi lado.

Ciertos momentos de belleza, de desolación, de horror y de heroísmo están más allá de las palabras. Hay cosas que no podemos explicar con simples palabras. Cosas como seguir vivos para poder vivir momentos como estos, que los vivo contigo. Momentos en los cuales posas tu cabeza en mi hombro, tomas mi mano, me miras fijamente a los ojos, ríes conmigo o ríes de mí. Momentos en los que despiertas más temprano y cambias toda tu rutina para poder obtener un par de besos de la chica que te hace sonreír. Momentos en los que a pesar de ser efímeros, son mágicos y no vuelven, no se repiten, suceden de otro modo, en otros lugares, pero no se repiten y eso los hace tan especiales e impactantes.

Quizá por eso nuestra vida se compone de imágenes, momentos congelados en el tiempo para siempre. Decisiones que cambian sin remedio el rumbo de las cosas. Fotografías fijas guardadas en la memoria.

Pensar que las cosas serán eternas en su comienzo, cuando quieres de forma tan anhelante y tan abrumadora, la mayoría del mundo piensa así, pero yo no pensé así cuando te conocí. Cuando por fin me miraste, pensé: Esto durará muy poco. Luego me di cuenta que no era la duración, era la intensidad con la que se vivía a tu lado lo que me haría recordarte sin importar el tiempo que pasara. Sin importar la vida, las vivencias, los cambios, los lugares, las nuevas personas, los nuevos amores, las nuevas canciones, los nuevos libros que leyera o escribiera. Yo te recordaría.

Hay amores imposibles e improbables y eso te lo he dicho siempre. Por otro lado estás tú, inevitable. Un amor improbable que acabo siendo inevitable.

Me recuesto a tu lado y no puedo evitar verte de reojo y traes consigo una expresión neutra, como siempre. – Todo pasa, como quisiera poder tenerte aquí por un poco más de tiempo. Trato de comprar tiempo cada día que despierto y aunque a veces me quiera despertar enojada contigo, enserio despertarme furiosa por las estupideces que dices o las decisiones que a veces tomas, pienso: Este es un día que podría desperdiciar peleando, ignorándola o simplemente siendo indiferente que podría estar riéndome a su lado, bromeando, escribiendo, sonriendo, queriendo un poco más de la vida y es tiempo que no volverá atrás.

Cuando te preguntes ¿Por qué siempre vuelvo? 

Te responderé: No, no es porque soy una idiota que esta enceguecida por ti aunque así parezca, sé qué clase de persona eres, sé lo que piensas sobre las relaciones y las cosas buenas, sé tú negativa ante las cosas duraderas, sé tus cambios drásticos de humor y tus inconstancias, pero también sé que quiero pasar cada segundo de lo que aún me sea posible pasarlo contigo, sin arrepentimientos, sin temores, sin demasiadas mierdas, sin dolor, quiero vivir lo que más pueda vivir a tu lado porque cuando el reloj se detenga el último día habré perdido a la chica que quería y para ese entonces se sentirá tan fatal que lo único por lo que sonreiré será por todo lo que ya he vivido a tu lado. 

Vuelvo porque he creído en ti. 

Vuelvo porque aunque quizá no lo merezcas, yo lo quiero así. Vuelvo porque veo algo bueno en ti. 

Vuelvo porque me importas. 

Pero no por ello significa que puedes ser de cualquier forma conmigo y entonces siempre volveré, quizá un día simplemente no vuelva y no es una amenaza aunque parezca de ese modo, solo es lo que pienso justo ahora. 

Quizá un día ya no vuelva más y ya sienta que haya dado muchas cosas de mí que jamás ves. Quisiera que alguna vez en realidad me vieras, tal y como me veías el día que estuviste a mi lado recostada y sentía que me querías. Lo digo porque ahí me viste en realidad, solo viste lo que yo era, lo que yo sentía y lo aceptaste, te permitiste ir más allá y bueno aunque días después volviste a ser esa coraza dura, siento que al menos pude llegar a ti una vez. 

– Ven aquí – digo poniéndome de pie y caminando hacía el balcón.

Puedo sentir la brisa salada que me revuelca el cabello y que se me filtra por los poros, el sonido de las olas del mar y de repente como si nos hubiéramos transportado a otro sitio siento la arena bajo colándose entre mis dedos de los pies.

Llevas una camiseta ancha color gris y unos lentes de sol. Camino y jalo tu mano para que lo hagas conmigo, puedo sentir la frescura y el oleaje perseguirnos golpeando nuestras piernas lentamente. – Justo aquí es donde quisiera permanecer contigo.

Los rayos de sol son algo leves, pero el calor que siento dentro solo tiene un por qué, tú.

Hasta pronto, radiante sol.

Con cariño, Annie.

Dear Summer. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora