Día 20.

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Julio 21, 2017.

Sólo tú y yo sabemos lo que ignora la gente

al cambiar un saludo ceremonioso y frío,
porque nadie sospecha que es falso tu desvío,
ni cuánto amor esconde mi gesto indiferente.

Sólo tú y yo sabemos por qué mi boca miente,
relatando la historia de un fugaz amorío;
y tú apenas me escuchas y yo no te sonrío...
Y aún nos arde en los labios algún beso reciente.

Sólo tú y yo sabemos que existe una simiente
germinando en la sombra de este surco vacío,
porque su flor profunda no se ve, ni se siente.

Y así dos orillas tu corazón y el mío,
pues, aunque las separa la corriente de un río,
por debajo del río se unen secretamente.

Canción del amor prohibido – José Ángel Buesa.

Cuando la lluvia
Esté soplando en tu cara
Y el mundo entero
Esté pendiente de ti
Te ofrecería
Un cálido abrazo
Para hacerte sentir mi amor

Cuando las sombras de la noche
Y las estrellas aparezcan
Y no haya nadie allí
Para secar tus lágrimas
Te podría abrazar
Durante un millón de años
Para hacerte sentir mi amor

Sé que tú
Aun no te has hecho a la idea
Pero yo nunca te haría daño
Lo sé desde el momento en el que nos conocimos
Sin duda, perteneces a mi mente

Iría hambriento iría triste
Iría arrastrándome por la calle
No, no hay nada que no haría
Para hacerte sentir mi amor

Las tormentas están furiosas en el mar
Y en la autopista de la lamentación
Sin embargo vientos de cambio
Están corriendo salvajes y libres
Tú aun no has visto nada como yo

Yo podría hacerte feliz
Hacer tus sueños realidad
Nada que no hiciera
Ir a los fines
De la Tierra por ti
Para hacerte sentir mi amor

Adele – Make you feel my love.

Iría a los confines del mundo por ti, para hacerte sentir mi amor.

Yo sí te quería, diablos sí.

Lo hacía.

Éramos dos piezas de puzzle, pero no encajábamos.

Disparejas hasta volvernos improbables.

Tan improbables que el corazón me ardía en el pecho ante el intento por besarte.

Yo te veía, te admiraba en la lejanía y eso me destruía por dentro.

Te veía reír entre otras bocas y encariñarte con seres vacíos y yo siempre te quería.

Te quería en tus malos días, en tus horas tristes, en tu piel vacía.

Te quería en la distancia y en la cercanía.

Te quería cuando nuestros mundos colapsaban pero también cuando no se encontraban durante meses.

Yo te quería así, sin más y sin menos.

Yo era una mujer con la mirada pérdida, pero la cabeza en su sitio. Los pensamientos en el vacío infinito del espacio, pero los pies obligados a posarse en la tierra a causa de la gravedad. Y aun preguntándome ¿Qué era tanto lo que te veía? No me arrepentía, jamás me arrepentiría de quererte y a ti, y a tú inverosímil forma de quererme vida mía.

Quisiera que nos quedáramos en una burbuja amiga mía, amor mío, cielo mío.

Me sabes tuya y jamás me tomas.

Estoy tan asustada y trato de hallarte, pero no lo logró.

Benditos celos, bendito dolor, bendita decadencia.

Y es que al compararme con todos esos rostros bellos, yo soy tan abstracta.

Eso me recuerda a esos días de guerra, en los que rebusque excusas para tomarte mía, tomarte entera.

Dear Summer. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora