Dear Summer. (Terminada)

Día 2.

Mayo. 29, 2017.

Día 2.

I don't wanna talk about it
I don't wanna think about it
I'm just feeling low, feeling low
Even when you're next to me
It's not the way I'm picturing
I'm just feeling low, feeling low
You wanna be friends forever?

Sleeping here right next to me
But will you ever mess with me? No

I just feel alone, feel alone
You will never understand

- Sleepover, Hayley Kiyoko.

Querida Summer,

A veces me despierto en medio de la noche, preguntándome cómo se habría sentido tu amor. Ya sabes sobre mis eternos insomnios, y aunque nuestra distancia es del tamaño de un cráter lunar, sigo despertándome para preguntarme ese tipo de cosas.

Los labios rosas, delineados a la perfección, ¿cómo besarán?

La sonrisa llena de malicia, ¿a qué sabrá?

Los brazos delgados, ¿cómo se sentirán si decidieran salvarme y tomarme?

La piel de terciopelo, tan blanca como un copo de nieve, ¿tendrá algún sabor? ¿Cómo debe sentirse bajo mi tacto?

Quizá te despertarías al otro día culpando los miles de tragos, o quizá solo seríamos dos extrañas. Sería chistoso algo de ese tipo, pero no quiero que esas preguntas se formulen.

Esa es la vieja yo queriendo regresar a la fuerza, reclamándote por nunca haber podido probarte. ¡Idiota! Todo ha surgido mejor de ese modo. Porque al menos de este modo podrías despertarte a mi lado y, aunque con toda la ropa puesta, yo podría haber cuidado tus sueños, y no seríamos solo extrañas, solo habríamos reído hasta quedarnos dormidas.

Me he despertado para ver el amanecer después de las pesadillas, el corazón bombeando como el motor de un tren desbocado. La sangre hirviendo bajo mi piel. El sudor corriendo a mares por mi cuerpo. Encendí un cigarro y subí a mi techo para fumarlo mientras la neblina desaparecía y me permitía ver cómo todo cambiaba de la oscuridad a los colores, mientras el humo intoxicaba mi sistema.

Extraño las mañanas recostada a tu lado o ¿acaso eso solo fue un sueño? Quizá intentamos no sentir nada en absoluto y terminamos queriéndonos sin remedio alguno. ¿Lo sientes? Sabes que sí, es como un hambre voraz, pero no es un deseo, es un vínculo que nos lleva a los límites.

Puedo jurar que en cuanto el sol salió, pude sentir tu mano de nuevo sobre la mía y tu nariz haciéndome cosquillas en el cuello. Pude sentir tu cabeza recostada sobre mi hombro, como solíamos hacerlo cada día.

Quizá yo jamás fui la chica indicada o sí, pero no para tus ojos solares. No tienes inocencia en tus facciones, sabes perfectamente cómo envenenar mis sentidos bajo la calidez de tu tacto.

Somos todo lo que necesitemos entre letras, pero en la realidad parece que jamás podremos cruzarnos. Beso tus mejillas, beso tu cuello y clavículas, he tocado tu alma sin que siquiera lo notes. ¿Eso te aterra? A mí también. ¿Creíste que eso era todo? Pues no lo es, ahora no siento miedo de tenerte cerca. Es como si me sintiera tan intrépida esta madrugada que no puedo evitar el placer de tenerte cerca. Es absurda la forma en la que estás simplemente durmiendo en lo que parece la lejanía, pero siento que te tengo entre mis brazos en lugar de mi cigarro.

Es ahora o nunca, no te atreves a ir en contra de tus propias reglas, te crees libre, pero estás atada a tu propia frialdad. Mis manos son infiernos y podría darte calor. ¿Sientes eso? Soy yo en tu interior, ¿acaso que creíste que solo podrías irte y no tendrías consecuencias? Estamos malditamente ligadas. Deja de huir de mí.

Quizá no soy quien conociste, quizá soy la versión mejorada y ya que el miedo, en lugar de detenerme, ha logrado impulsarme, pondré mi pulgar sobre tus labios y te devoraré o quizá solo logré dejar de temblar para abrazarte esta noche en la que nadie nos ve y el manto de las estrellas nos cubre de los observadores que nos mantienen vigiladas esperando un mal movimiento para vernos caer.

Te espero.

Con cariño, Anne.