Día 5.

96 12 0
                                    

Junio 3, 2017.

Día 5.

 Touch me, yeah
I want you to touch me there
Make me feel like I am breathing
Feel like I am human
Dancing through the night
A vodka and a sprite
A glimpse of the silhouettes
A night that they never forget

A little death - The Neighbourhood 

Muéstrate desnuda ahora,
que están erectos tus senos
y tienen sus altas combas
suavidad de terciopelo,
y saben a frutas rojas
tus labios color de sueño,
y tu vientre es una ofrenda
de los más dulces venenos,
donde florece la felpa
en un triángulo perfecto.
Muéstrate desnuda ahora,
¡potra de los cuatro vientos!

Potra de los cuatro vientos – Ángel Facal.

Body Party.

Estoy en una casa que no conozco, miro de arriba abajo las paredes blancas y los muebles de cuero, un departamento sumamente bello. Me pongo de pie y el piso de mármol recibe mi cuerpo, camino sin encontrar nada, hasta que te veo, ahí estás.

Veo como el sol roza tu piel de forma delicada, volteas en mi dirección al notar mi presencia. Con la piel expuesta, total desnudes sin ninguna vergüenza. - ¿Qué haces aquí? – pregunto.

Una sonrisa se forma en tus labios y me miras quemándome dentro. – Te esperaba.

Yo te abrazo por detrás y paso la yema de mis dedos por tu cintura, aprieto fuerte tus caderas enterrando mis dedos en ella. Corro un poco las hebras de tu cabello hacia un lado y tus hombros desnudos me reciben, beso tus lunares, uno a uno, tras tu cuello rozo con la punta de mi lengua y mordisqueo un poco.

Veo como aprietas la baranda, esa es mi señal, puedo sentir la excitación de tu cuerpo, inminente.

Te volteas y ataco tu cuello en un beso hambriento y lleno de sed, tu piel como un manantial en medio del desierto del Sahara. Tu piel como la exhibición de una obra que detallo con total descaro. Tu cuerpo, joder, tu cuerpo.

Impactas contra la cama y veo tus costillas, tu respiración acompasada, tus ojos devorando, pero yo te asecho cual presa. Sostengo una copa de vino tinto en mis manos y la agito un poco, la bebo, un tanto agria, pero está al punto. Camino hacia ti y acerco la copa a tus labios entre abiertos, te inclinas y veo el líquido caer desde el filo de tu boca, por tu cuello, senos, hasta detenerse en tu ombligo la última gota.

Te devoro, tus labios y los míos son una danza salvaje y nuestras lenguas tienen hambre voraz, siento como me enredo en tu sabor exquisito y me embriago, el elixir de la tentación. No puedo apartar mis manos de ti, quiero tocarte como lo hago con las cuerdas de mi guitarra, siempre tan pasional y ruda. Quiero apretarte en los sitios, siempre en los correctos y hacer presión para que sientas las arqueadas.

No te voy a mentir, eres el veneno. La heroína en mi sistema, esparciéndose como si no tuviese otra opción, una droga.

Mi lengua comienza a rozar la piel expuesta y llena de vino, exquisita. Un sabor híbrido y perfora mi garganta, lo necesito, quiero más. Cuando las yemas de mis dedos tocan tus pezones de terciopelo no puedo soportarlo más y mordisqueo fuerte, te lo mereces por provocarme y tu cuerpo se estremece mientras el aire se escapa de tus pulmones en un jadeo.

Gruñes y repito. Siento como mi cuerpo me exige los melodiosos sonidos de un gemido. Círculos en tu ombligo y la cara interna de tus piernas es tentada por mi lengua, no te daré lo que quieres, has sido demasiado cruel.

Mi venganza se escucha como un eco en la habitación y tus uñas están enredadas en mi cabello mientras mordisqueo tu entrepierna y gruñes de nuevo.

Clavo mis dedos en tus piernas y voy por una segunda guerra a tu boca, te retuerces bajo mi cuerpo y te siento inquieta, tu respiración es entrecortada y me río haciéndote enojar, tratas de controlarlo, pero no te cederé esta victoria, es mía y solo para mí.

Una palabrota sucia sale de tus labios, nena, ya pronto vendrá la liberación. Mis dedos caminan como barco y tu mano se posa sobre la mía, como si quisieras dirigirla, eres el timón y yo me dejo llevar, la puerta a tu éxtasis lista para mí.

La tercera y cuarta guerra se desatan en menos de un segundo y aunque el oxígeno parece necesario ni siquiera te permito pensarlo, embisto sin premeditarlo demasiado y tu espalda se arquea bajo mí tacto, mi pulgar inquieto termina en jugueteando con tus placeres y la sensibilidad de tu piel está en sus límites. Una de mis manos se enreda en tu cabello y la otra entre tus pliegues.

Tus piernas temblorosas, la capa de sudor cristalino sobre tu piel tersa, mordisqueo tus labios, mordisqueo tanto tu piel que se torna rojiza y aprieto más fuerte mientras echas la cabeza hacia atrás gruñendo.

Unos minutos después siento tu liberación en el borde de mi boca, como los gemidos se lanzan a un precipicio, pero no me detengo y siento tu piel erizarse.

Siento mi propio vértigo cuando tus pupilas dilatadas y las mías se encuentran, profundo en ti siento el pasar de la vida. Cállate, esto pronto llegará a su fin. Tiemblas y tus cabellos descomunalmente enmarañados se desparraman por las sábanas blancas. Mis manos hogueras sin medida. El mármol de tu cuerpo hasta ponerlo rosa.

Un roce breve, fugitivo como el ala de una mariposa hizo arder el aire en un instante entre tu cuerpo y el mío, aquí vamos de nuevo ¿Enserio?

Qué bella esa sonrisa roja y húmeda. Tu cuerpo late aún bajo el mío, tus ojos claros me observan atentos. Me cosquillean las palmas ansiosas de nuevo, la ansiedad va a matarme o a matarte. Este temblor de tu cuerpo iniciará de nuevo una oleada de espasmos y tu locura mientras mis manos cumplen su trabajo.

Vaivén en tus pupilas despiertas, ojos que danzan al ritmo de los hombros, larga piel sin fin, tus ojos súbitos, terriblemente alertando mis sentidos y es como mostrarle droga a un drogadicto que intenta redimirse. ¡Ah tus ojos! Y locura, embeleso y más locura.

El corazón me late fuerte contra el pecho, tamborilea y creo que... despierto.

Diablos, no.

Con cariño, Anne. 

Dear Summer. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora