Capítulo 17

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Actualidad

Durante el transcurso de dos largas semanas, Ellison no supo nada de Trevor o Dawson. Ella empezaba a sospechar que ambos la evitaban y no los culpaba. Ella se sentía como la peor persona en esta tierra; por mentirle a las dos personas que más quería en el mundo y ahora ella estaba sola.

Se encontraba en su sofá y miraba en la televisión algún episodio repetido de "how i met your mother" cuando el timbre de su casa sonó. Volteando los ojos, se puso de pie, aun en pijama y se acercó a la puerta, la abrió y no su mandíbula casi cae al suelo.

Dawson.

Ellison
                —Ellison...—pronunció él. Me observó de pies a cabeza, y me arrepentí por no haber tomado una ducha en los últimos días o... cambiarme el pijama.

                —Hola... Dawson, ¿Qué haces aquí? —pregunté sin poder creer verlo de pie, frente a ella.

                —Yo... pasaba por aquí y necesitaba unas compras. —mintió él. Lo noté. Nunca fue bueno para mentiras. Alcé una ceja con el escepticismo reflejado en mi rostro y él soltó una risa avergonzado. —Sí, bueno, no necesito nada. Pero... ¿Có-cómo estás? —preguntó él metiendo sus manos en sus bolsillos.

                —Pésima. —admití—Lo siento tanto, Dawson. Si pudiera...

                — ¿Qué? —me interrumpió— ¿Volver atrás y evitar hacer lo que hiciste? —preguntó fríamente— Vi cómo lo mirabas cuando la verdad salió a la luz. Te quebraste.

                —Iba a decir que haría las cosas de manera diferente. Jamás te hubiera dañado.

                —Sí, pero no te arrepientes de haberte enamorado de Trevor ¿o sí?

Mi silencio le dio su respuesta.

                —Lo entiendo. Al inicio no. En realidad, intenté comprender que hice mal... hice un viaje al pasado y entonces me di cuenta, de que no te presté suficiente atención.

                —Oh, no, no por favor... tú no tienes la culpa.

                —En parte la tengo. —contestó él— Pero mientras más rebuscaba en el pasado. Me di cuenta de que no me importa.

Mis ojos se abrieron ante su confesión. Oh Dios.

                —Me duele, pero mi amor por ti es lo suficiente fuerte como para olvidarlo y seguir adelante. —suspiró— Si estás dispuesta, claro.

Pestañeé sin poder creerlo.

                —Esta es la parte en la que dices algo, Ellis... tal vez que también me amas.

Pero no pude decir nada.

                —Dawson...

                —No. Ellison, ¿En serio me harás esto otra vez? —preguntó él— Estoy... estoy dispuesto olvidar todo.

                —Lo sé. —respondí tomando sus manos— Pero yo no podré.

El asintió, acaricié su mejilla.

                —Mereces a alguien mejor, Dawson. No soy tu destino.

                —Toda mi vida pensé que sí lo eras. Aun lo pienso, pero si tú no lo sientes así... es una señal.

Asentí con la cabeza.

                —Eres un buen hombre, Dawson. Encontrarás a la mujer correcta.

Él se acercó, e hizo algo que no vi venir: me besó. Rozó la comisura de mis labios con dulzura y entonces, los unió por completo. Dejó que mis manos reposaran en sus mejillas y luego se fue. Pero antes de irse dijo:

                —Ten una buena vida, Ellison.

Finalmente se fue.

Dawson acababa de cerrar un capítulo en mí vida.

Trevor

Dejé que el licor quemara mi interior y con solo levantar un dedo, pedí un poco más. Olivia se acercó con la botella y me miró con cara de pocos amigos.

                —Te pediré un taxi. —anunció ella. Se acercó al teléfono que colgaba y empezó a marcar.

                —No quiero un puñetero taxi. Quiero más bourbon. —demandé. Ella dejó caer el teléfono, jaló un banquillo y se sentó en frente de mí, del otro lado de la mesa del bar.

                —Muy bien, llevas aquí desde las doce del día y creo que fue porque en la mayoría de bares te has embriagado hasta romper algo o incluso, golpeado a alguien. Pero no harás nada de esto aquí, ¿entiendes? Este lugar es importante y tú no vendrás a joder todo como siempre, Trev.

                —No quiero un sermón, Liv. Ya me han dicho y me he dicho de todo. No me importa.

Ella asintió.

                —Sí, tienes razón. No te importa, lo puedo ver. ¿Pero sabes qué más? Desde el segundo que vi a Ellison retornar al pueblo, pude ver que no era feliz. No con Dawson, aun cuando fingía que lo era. —se alzó de hombros— Tengo un don para ver más allá. Incluso, no le había dado fecha a su boda, hasta que apareciste. No estaba lista para avanzar, porque te amaba y aun lo hace. Y creo que tú también lo haces.

                —No lo entiendes, Liv, ella...

                — ¿Te mintió? Sí. Pero, ¿Qué esperabas? Nunca llamaste, nunca escribiste, y luego apareces. Tú llegaste a su vida y después de te fuiste sin decir adiós. La embarazaste y sí, sé que no tenías conocimiento de aquello, pero, aun así, ella fue quien tuvo que cargar con el dolor de entregar a su recién nacido a los brazos de unos desconocidos. La dulce y maternal, Ellison Davis, entregó un pedacito de ella alguien más. ¿Tienes idea de cuánto debió dolerle y lo que le costó reponerse? No. Porque tampoco estuviste ahí. ¿Y sabes quién sí? Yo. Yo lo vi todo. Y no fue bonito. No eres quién para juzgarla, Trevor. Ella se equivocó, sí, pero tú también lo harías si decides odiarla cuando realmente... la amas.

  Dicho eso, Olivia dejó la botella a un lado, me miró y supe lo que ella intentaba decirme: Elige. Miré la botella y luego mi teléfono. Rápidamente tomé el teléfono y marqué el número de la persona con quién necesitaba hablar.

                — ¿Hola?

                —Hola, ¿tienes un tiempo para una charla?

                —Por supuesto. —respondió.

Cada Parte de Ti #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora