Capítulo 10

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Actualidad

Trevor había tocado mi puerta a las 7:00 a.m. levantándome y dándome ordenes durante todo el día, sin mirarme, completamente serio, llegamos al aeropuerto y estuvo haciéndolo mismo, durante el vuelo, escuchó música durante la mita del viaje y la otra mitad durmiendo, no cruzamos palabra alguna y ya había dejado más en claro que estaba molesto, más bien, furioso. Después de aquello, tuvimos que reservar una habitación en un hotel y por la premura, tuvimos que compartir la habitación; además, había llevado solo lo justo y necesario.

—Bien. En esta lista apuntarás el nombre y apellido de las personas a cargo de nuestro hijo y aquí su último lugar de residencia. Además, coloca aquí el hospital en donde diste a luz al niño. —dijo Trevor tendiéndome un block de notas amarillas. Las miré y las dejé a un lado, el miró aquello y casi me incinera con la mirada.

—Antes quiero saber tu plan. Sé que debí de haber preguntado esto antes, pero no me hablabas así que... lo pregunto ahora: Qué planeas hacer.

Él se mantuvo en silencio por un momento.

—Hasta hace un par de días me enteré de que soy padre. Solo quiero verlo, saber cómo es, quién es, si es feliz. Quiero ser parte de su vida. —respondió mirándome a penas.

—Renuncié a ese derecho en cuanto lo cedí. —comenté.

—Sí, pues a mí no se me consultó así que quiero pensar que aún tengo el derecho de ser parte de su vida. —se limitó a decir— Ahora me voy.

— ¿A dónde? —pregunté.

—A cualquier lugar lejos de ti. —respondió sin mirarme, solo alejándose.

Cerré los ojos ante sus palabras y me rehusé a llorar. Tomé el bolígrafo que me dio y el cuadernill0 y apunté lo más que recordaba de aquella época dura de mi vida. Me distraje en lo que quedaba del día viendo un poco de televisión por cable y ordenando servicio a la habitación. Ya iba a ser más de las doce de la noche y Trevor no aparecía, y estaba empezando a preocuparme. Decidí darme un baño para tranquilizarme y al término, me puse una bata del hotel y con ella me fui a la cama.

La puerta del cuarto de hotel se escuchó a las tres de la mañana, escuché como se tropezó con un par de cosas y luego maldijo al respecto. Fruncí el ceño y salí de la cama para verlo a él, con una botella de whisky en mano y demasiado torpe como para reaccionar.

—No puedo creer que te hayas embriagado un día antes de conocer a tu hijo. ¡¿Para esto me hiciste cruzar el país?! ¿Para conocer a tu hijo de esta forma? ¿Qué diablos te sucede?
Él se mantuvo en silencio y después lanzó la botella de alcohol al suelo haciendo que esta sonora estruendosamente.

— ¡Mi problema es que me escondiste que tenía un hijo durante seis años! —gritó furioso—¡Tú maldita sea! ¡Tú de todas las personas! ¡Lo último que necesitaba era que tú también me fallaras y lo hiciste, maldita sea! —dio zancadas largas hasta mí— ¡Y no puedo odiarte porque te amo demasiado para hacerlo aun cuando me hayas ocultado que una parte de mí existe en este mundo! ¡¿No tienes idea?! ¡Pude haber dejado todo por ti! ¡Luchar por nosotros y nuestro bebé y decidiste renunciar a eso y tener una felicidad mediocre con alguien que no amas! —finalizó. Las lágrimas por mis mejillas ya caían sin control y no había nada que pudiera hacer al respecto.

— ¡Pues lo siento! —grité aún más fuerte— ¡Lamento mucho que mi yo de dieciocho años se haya asustado! ¡Lamento haber tenido miedo! ¿Pero qué esperabas? ¡TU TE FUISTE Y NO DEJASTE NI UNA MALDITA NOTA! ¿Sabes lo que fue para mí tener que enterarme de tú padre que te habías ido? ¡Yo tenía la maleta en mano y una estúpida sonrisa cuando fui a buscarte? ¡Yo fui la que se llevó esa decepción! ¡Yo tuve que hacerlo sola! ¡Y lamento si no confié en ti con un bebé, cuando no pudiste ni siquiera con el que huyéramos juntos maldito infeliz! ¡Y me has dejado muy en claro que me odias al ignorarme todo el viaje, tanto que estando ebrio es la única vez que has podido mirarme a los ojos!

Él se mantuvo en silencio y entonces me tomó en brazos y me besó, beso que yo seguí con el mismo fervor. Rápidamente desenredó el nudo de mi bata y me dejó desnuda ante él, miró mi cuerpo un momento y después continuó besándome en los labios. Tomé la parte baja de camiseta y la levanté dejándolo semi-desnudo, en medio de nuestros besos procedí a desabotonar sus vaqueros y dejarlo solo en bóxers. Procedió a besar mi cuello y yo me moví de tal forma que le di más acceso a este, continuó por ese camino hasta mis pechos en los que dejó un par de lamidas y mordiscos que me hicieron gritar y gemir. Posteriormente, me dejó caer en la cama del hotel y colocándose encima de mí me besó por el cuello, oreja, labios, y después obligo hasta llegar a mi pelvis. Besó mi pubis y continuó hasta llegar a mi intimidad en donde dio una lamida y yo grité poniendo los ojos en blanco sin saber que decir, formulando frases incoherentes en mi boca, haciendo que las palabras murieran en mis labios y gemidos de placer brotaran de ellos. Intenté moverme, pero el inmovilizó mis caderas y continuó deleitándose ahí abajo causándome espasmos de placer. Finalmente lo atraje hacia mí para continuar besándolo, el levantó sus manos e inmovilizó las mías arriba de mi nuca y rápidamente entró en mí, haciéndome gritar y abrir la boca por el deseo.

No era lento o pausado; era apasionado, lleno de fervor y deseo, estábamos dejando todo en esta cama, todos los resentimientos y el dolor, pero sobre todos, hacíamos el amor de forma única que mostraba lo mucho que nos habíamos necesitado a lo largo de estos años. Su vaivén era insaciable, y continuó de esa forma hasta llegar al clímax al que terminamos culminando juntos. Él terminó encima de mí, mirándome a los ojos, besó mis labios cortamente y después mi nariz.

—Dijiste que me amabas. —susurré después de un momento— ¿Es cierto? —pregunté.

El me miró a los ojos.

—Lo es. Nunca dejé de hacerlo.

Me levanté y me coloqué encima suyo, desnuda y expuesta. Besé sus labios lentamente y susurré sobre sus labios:

—Esta vez no te costó tanto decirlo.

Ambos soltamos una risa.

Cada Parte de Ti #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora