Epílogo

18.4K 1.1K 85
                                    

           

Tres años más tarde.

Ellison.

                — ¿Estás segura que no deseas ayuda? —preguntó Trevor por novena vez en el día.

Giré los ojos y lo miré dándome la vuelta, dejando que el pollo rebosara.

                — ¿Puedes dejar la paranoia, amor? No es como si fuera la primera vez que hago esto. —respondí. Él cerró los ojos suspirando, aceptando la derrota, se acercó y beso la comisura de mi boca. Tocó mi vientre hinchado y después procedió a besar a nuestro futuro bebé.

                —Siempre me pongo nervioso con tu embarazo. —confesó— Aun no comprendo cómo lo logramos con los gemelos. —dijo él. Solté una risa. Lo tomé de las mejillas y lo obligué a mirarme.

                —Porque eres un excelente padre, Trev. Ya deberías saberlo. Los niños te adoran, y este bebé. —dije tomando su mano y dejándola sobre mi vientre— También te amará.

Él volvió a besar mis labios, pero fuimos interrumpidos por el llanto de Jackson, nuestro primer hijo quien tenía el semblante de su padre y su carácter. Gruñó moviendo sus regordetes brazos y dejando que un par de gotitas de baba resbalaran de su labio. Rápidamente tomé el babero y se lo tendí a Trevor, él lo tomó y atendió a su primogénito orgulloso.

                — ¿Qué pasa, campeón? —preguntó Trevor a su menor hijo.

La voz de Olivia se hizo presente.

                —Reniega porque Jude le arrebató su juguete. —dijo ella con mi otro bebé en brazos. A penas tenía un año de nacido y una diferencia de dos minutos en comparación a su hermano mayor y ya daba atisbos de ser un travieso que a futuro me daría unos dolores de cabeza. Suspiré y extendí mis brazos a lo que mi precioso bebé se lanzó sin premura. Me tomó del cuello y reposó su cabeza en mi hombro.

Olivia sonrió observándome conmovida.

                —No puedo creer lo rápido que pasó todo. —susurró ella. La miré con anhelo. Tomé su mano y sonreí.

                —No sé cómo haré esto sin ti. —admití. Olivia había sido una gran ayuda para el cuidado de mis dos grandotes y sin ella, estaría perdida.

Trevor habló:

                —Es cierto, Liv. ¿No puedes... no lo sé, aplazar un año más la universidad hasta que tengamos a la niña? —preguntó Trevor con una sonrisa, le di un golpecito y el rio dándome un beso en la mejilla.

Olivia sonrió.

                —Los extrañaré en serio. Pero vendré a verlos en las vacaciones, lo prometo. —anunció.

Scott se nos unió y tomó de la cintura a Olivia. Ella se removió, pero pude ver un atisbo de sonrojo en sus mejillas. Algo iba a pasar entre ellos, si es que no había pasado ya.

                —Pero yo la cuidaré, no se preocupen familia. —dijo Scott sonriente.

Olivia giró los ojos y acomodó sus rubios rizos detrás de su oreja, intentando ocultar lo que parecía ser una sonrisa.

                —No porque vayamos a la misma facultad, tendremos que hablarnos. —anunció ella levantando el mentón con orgullo. Miré a mi esposo disimuladamente y pude ver que Trevor pensaba lo mismo que yo: ahí había algo.

                —Sí, bueno... necesitarás a alguien de tercer año que te diga donde está que, y que te pueda guiar, soy un excelente guía y de vez en cuando... puedo dar algo extra. —susurró acercándose demasiado.

Cada Parte de Ti #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora