Mi revolución

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Fue tu boca la que me dejó
sin argumentos.
A ti,  mi amor
no te hace falta reír
para despertar.
Pero a mí,
sí me hace falta oír tu risa
para sentirme despierta.
Para rozar la vida.
Dejemos los versos tormentosos
para los días en los que falte
claridad.
Bañémonos en luz de luna
de madrugada,
esa luz que sé que cubre
tus ojos por la noche;
le falta al mundo.
Sube las persianas que la añoro
a cada instante.
Y continúa...
La ciudad con su ruido incesante,
nosotros solo necesitábamos
ensancharlo más.
Ensanchar en amor y poesía.
Y mientras tanto;
el resto añadía:
Dejémoslo como está.

Noches en vela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora