Refugio

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Tras el lejano roce de
nuestras miradas,
susurraron mi alma y la tuya
con miedo
con ansia.
Tras el cruce del iris ausente,
tu reflejo en mí.
Me vi reflejada.
Mis labios no hablaban.
Tus ojos todo lo contrario.
Tras el choque de energías paralelas
no pude ser la única que lo notase,
no pude ser la única desafortunada.
Ahora hablo con razón de los impactos.
Tras aquel hallazgo,
jardín con rosas.
Mis manos se atreven
a clavarse una espina,
varias
si hace falta.
Tras ese día de bruma,
el mar no conoce la calma.
Los pájaros no saben
qué es emigrar huyendo
del frío.
Te han encontrado, anidan constantes en ti.
Los besos buscan una excusa
para acabar en tu espalda.
Mi cuello se tuerce preguntándole
al tiempo, esperando;
dónde está el tuyo.
Tras verte,
mi vida continúa
mientras yo solo busco las palabras necesarias
para compararte con la primavera que añoro.

Noches en vela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora