ÉL

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Hola, mi nombre es Eiko. Vivo en España, pero soy de origen chino. Soy Otaku y me gusta serlo, adoro la lectura, no tengo muchas amistades, me gusta pasar tiempo en solitario en la biblioteca. Hace días que sólo voy por allí, es otoño y no me gusta ir por la calle con el viento, así que aprovecho para alimentar mi mente de pensamientos e historias fantásticas. Nunca he tenido pareja, no me considero una chica muy linda. Casi siempre visto de negro y de una manera extraña pero me gusta, me da igual lo que piensen de mi, siempre que me interesaba alguien tenía novia o no tenía oportunidad, nunca encontraba a alguien similar a mi.Pero eso un día cambió.

-En el presente:
--¡Mamá! - grito- Voy a salir un rato, a las 8 estaré aquí de vuelta. - Abriendo la puerta para salir.
-- Espera Eiko ¿A donde vas? - Preguntó mi madre - Sabes que no me gusta que andes tanto por ahí tu sola.
-- No pasará nada, voy a la biblioteca.
-- De acuerdo, pero no llegues tarde o me enfadare, ya lo sabes. Abrígate que estamos en otoño y no es época de ir así vestida.
-- Siii, adiós! - Cogí la sudadera, le di un beso en la mejilla a mi madre y me fui.

-En la biblioteca:
-- Buenos días, Victoria - Le dije a la dependienta del mostrador.
-- Hola, Eiko. Si te interesa, arriba han llegado libros nuevos, ya están disponibles. Si quieres, hechales un vistazo.
-- Muchas gracias. - Subí emocionada a la planta de arriba.
Al llegar arriba me encontré con un chico muy interesante leyendo, vestía todo de negro, un gorro de lana negro y tenía la piel blanca. En su rostro llevaba un piercing en el labio y el negro flequillo de su pelo le podía llegar a tapar uno de sus oscuros ojos. Me resultaba interesante pero decidí no hablarle, era demasiado tímida. Cogí un libro y decidí sentarme en frente de él, a pesar de que mis esperanzas de entablar amistad eran nulas, lo intenté.
Estuvimos leyendo en silencio por un rato y de pronto:
-- Hola, ese libro parece interesante y veo que te gusta - me miró y pude ver sus ojos mirarme fijamente.
-- Si, la dependienta me dijo que había libros nuevos y decidí coger alguno - Le mostré una cálida sonrisa y él me la devolvió.
-- ¿Como se llama el libro?
-- "El angel negro y el demonio blanco" - Le enseño la portada y se veía a dos personas abrazadas, una chica con alas negras y un chico alas de murciélago blancas.
-- Parece interesante, yo esto leyendo "Dos almas similares" - me enseña la portada y veo a una pareja cogida de la mano de espaldas.
-- Me gusta, cuando acabes me lo leeré - solté una leve risa.
-- Si quieres intercambiamos teléfonos y quedamos por las tardes para leer, a mi no me importa. - Note que se sonrojó y le envié una cálida sonrisa.
-- Me parece bien. - Saque el teléfono y apunté su teléfono - ¿Como te llamas?
-- Me llamo Alan ¿ y tu? - apuntando en su teléfono.
-- Eiko, un placer.
-- Igualmente, emm... ¿Po-podría acompañarte a casa? - No puede evitar ver sus mejillas cogiendo un color rojizo.
-- Claro, encantada.
Nos fuimos de la biblioteca y empezamos ha hablar de nuestros gustos, teníamos muchas cosas en común me gustaba su compañía.
Los días fueron pasando y cada vez éramos más cercanos. Nos escribíamos cada día, pero dejamos de vernos por unas semanas, se tenía que ir de visita a ver a sus familiares pero no dejó de escribirme, siempre me decía los buenos días y las buenas noches. Era muy agradable.

- En casa:
Estaba en mi cuarto escuchando música cuando de pronto mi teléfono empieza a sonar. Era Alan, me llamaba. Me pareció raro y lo cogí de inmediato
-- Hola, Alan.
-- Hola Eiko.
-- Que raro que me llames, siempre sueles escribirme.
-- Lo se, es que quería decirtelo hablando aunque no sea cara a cara. Mañana vuelvo de mis vacaciones.
-- Enserio?! Genial, tengo ganas de verte otra vez.
-- Yo igual. ¿Quedamos a las 5 en la salida metro ese mismo viernes?
-- Vale.
-- Nos vemos el viernes, adiós, hasta pronto
-- Sii, hasta pronto.

-- Se cierra la llamada --

Continuará...

Espero que os haya gustado, es la primera vez que escribo aquí, no es muy largo el primer capítulo pero si gusta continuaré sin problemas.

Sentimientos EncontradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora