Confesión

89 3 4
                                    

Narra Eiko
Por fin podía ir al instituto y ver a mis amigas, des de que me fui y tuve el accidente no las veo.
-- Andrew! Vámonos ya!
-- Si si, que animada estas hoy.
-- Si! Tengo ganas de hacer vida normal!
-- Bueno, vamonos.
-- Si!

Allí
-- Eiko! Cuanto tiempo! Estamos entradas de todo, menos mal que Natalia se ha ido. - Dijeron.
-- Si, menos mal. - Dije.
-- Eiko! Ven! - Dijo Andrew.
-- Que pasa?
-- Me ayudas con este problema de matemáticas?
-- A ver... Ah sí! Se hace usando esta fórmula y luego tienes que hacer esta operación. - Le indiqué.
-- Ah muchas gracias.
-- De nada. - Sonreí.
-- Esta tarde llegaré tarde a casa, empiezo los entrenamientos de baloncesto.
-- Bien, a que hora sales?
-- A las 20:15 y tardo unos 20 minutos a casa, pero como vivo contigo talvez tardo más.
-- De acuerdo, dejaré la cena lista y te espero.
-- Como quieras.
-- Vale! Nos vemos a la noche. - Y me fui con mis amigas.

Después de clase me fui a casa, hice la tarea y luego me puse a leer; de pronto mi madre llama a casa.
-- Eiko, como estas? tengo ganas de volver y verte.
-- Bien, mamá, yo también tengo ganas de verte.
-- Y dime, que tal con Andrew? Hablé con él cuando te ocurrió eso y me dijo que os llevabais bastante bien.
-- Si... Es como un hermano.
-- Un hermano, solo eso?
En ese momento me paré a pensar en esos besos que nos dimos.
-- Eh, si si, solo eso.
-- Vamos, ese silencio que acabas de hacer es por que te has acordado de algo entre ustedes, te conozco; siempre te ha gustado Andrew y lo sabes bien.
-- Si, mamá, siempre me lo recuerdas.
-- Ah, ya lo olvidaba, he visto por las noticias que se acerca una tormenta fuerte, ya sabes que hacer si llueve muy fuerte.
-- En serio?! Andrew no lleva paraguas! Tengo que avisarle!
-- Jajaja, bueno ya te llamaré mañana.
-- Esta bien, adiós.
-- Adiós.

Llamé 3 veces a Andrew, pero no contestaba; estaba preocupada, miraba la ventana y veía llover fuerte, no quería que le pasara nada. Al tocar las 21h se abrió la puerta, salí corriendo hacia ella, vi a Andrew totalmente empapado.
-- Andrew! Entre rápido o te enfermaras! Quería avisarte pero no has contestado a mis llamadas...
-- Eiko... Estabas preocupada por mi?
-- Claro que si, tonto! Entra de una vez!
-- Voy, voy.
-- Ahora bajo unas toallas y te secas, quítate esos zapatos mojados, también.
-- Achuu! - Estornudó.
-- Ay! Ya te resfriaste!
-- Claro que no!
-- Tienes la cara roja, apuesto a que si te toco la frente estarás caliente por la fiebre!
-- No estaré caliente por eso...
Se me acercó.
-- Que haces?! Si no te quitas la ropa mojada te resfriaras!
-- Me ayudariarías tu?
-- Esto... Que remedio... - Suspiré - Con tal de que te la quites...
Se empezó a quitar la ropa hasta quedarse en calzoncillos, era una situación un poco embarazosa y me incomodaba.
-- Aquí tienes la toalla, secante bien y ponte el pijama. - Dije sin mirarle.
-- Gracias. - Dijo y me cogió de la mano. - Confío en que me cuides bien si me resfrio. - Pasó mi mano sobre su pecho, estaba muy nerviosa.
-- Si, lo haré, igual que tu cuando me resfrié. - Aparté mi mano de él.
-- Es cierto... Bueno, voy a cenar.
-- Si, yo me voy a mi cuarto, cuando acabes avisame y te ayudo a subir.
-- No me pasa nada, estoy bien, no hace falta que hagas eso.
-- Claro que si! Y mejor no vayas mañana a clase, tienes que reposar.
-- Como digas.
-- Bueno, que descanses. - Sonreí.
-- Si. - Sonrió.

Al día siguiente
-- Andrew... Me voy, descansa bien. - Le dije mientras dormía.
-- Eiko... Te... Amo... No me dejes
Me sorprendió, le acaricié la cabeza y me fui.

-- Eiko! Y tu novio? - Dijo William.
-- No es mi novio, tu eres su amigo, lo sabes bien.
-- Si que lo es, no mientas.
-- No lo es.
-- Vosotros dos estáis enrollados, Andrew nos lo dijo. - Dijeron Michael y Jordan detrás de William.
-- Ese tonto se inventa unas historias tan estúpidas... - Me ruboricé.
-- Hahaha se nota que le quieres. - Dijeron mis amigas detrás de mi.
-- Ay! Dejadme en paz! No estoy saliendo con Andrew!
-- Pero te gusta?
-- Esta bien... Lo admito... Me gusta pero no se...
-- Qué no sabes? Él está loco por ti y tu también.
-- Si...
-- Como te sientes cuando estas con él?
-- Pues cómoda y a veces nerviosa, no se como expresarlo.
-- Te gusta.
-- Si?
-- SI! - Me dijeron todos.
-- Esta bien.
-- Vamos! Todos a sus pupitres! Hay que empezar la clase! - Dijo el profesor.
Durante la clase empecé a pensar en lo que sentía por Andrew, tenían razón: él me gustaba.
Un trueno me despertó de las nubes, había empezado un estruendo.
-- Vaya... Que rabia, no traje paraguas... - Dije.
-- Enserio? No podemos acompañarte, vamos a la dirección contraria.
-- No pasa nada, ya me las apañare.
-- Segura? - Dijo Karen.
-- Si si.
Se fueron y yo me quedé en la entrada esperando a que dejará de llover tan fuerte hasta que un paraguas me tapó.
-- Quieres que te acompañe a casa?
Me gire y vi a alguien que decidí olvidar: Alan.
-- Alan... Esto... Muchas gracias...
-- Ocurre algo?
-- No te molestaría llevarme y pararte en la farmacia? Tengo que comprar unas cosas.
-- Claro que no, vamos.
-- Si.
Compré unos medicamento para Andrew y luego llegamos a mi casa.
-- Oye, Eiko.
-- Dime.
-- Puedo... - Se me iba acercando.
-- No lo hagas! Tengo... Tengo que irme con Andrew, esta enfermo y tengo que cuidarle, lo siento.
-- Él te gusta?
-- Si! Andrew... ME GUSTA! - Lo grité.
-- Entiendo... Ahora solo seremos amigos... Pero estoy seguro de que sientes cosas aún por mi... Te gusto, lo sé, admitelo.
-- No me gustas...
-- Te pongo nerviosa. - Me cogió la mano. - Que pulso más acelerado tienes...
-- Si, claro. Ahora dejame. Te lo digo de nuevo: No me gustas. - Me mentí a mi misma y entré a casa.
Al entrar me sentí ligera, como si me hubiera sacado un carga más, la verdad es que Alan ya no me interesaba tanto... Pero... Algo había en mi interior que impedía que fuera hacia delante, odiaba ser tan débil... y mantener sentimientos por gente que me ha hecho daño.
Subí ver como estaba Andrew, le vi sentado en la cama.
-- Hola, como te encuentras? - Pregunté.
-- Bien... Oye...
-- Que pasa?
-- Te he oído... Decir eso...
-- El que?
-- Vamos, no seas tonta, tu lo sabes. Lo has gritado y lo he oído, fuerte y claro.
-- Y que con eso...
-- Que estoy feliz.
-- Me alegra.
-- Y a mi me alegra que sientas lo mismo por mi que yo por ti.
-- Andrew... Te quiero por la misma razón que tú a mi... Siempre me has gustado pero muchas veces me he mentido a mi misma de que no era así, no quería creerlo, no quería aceptarlo...
-- Ahora... Querrás ser mi novia?
-- Oh... Esto... Voy a preparar una sopa para ti...
-- No, no, ésta vez no te me escaparas... - Me tiró a la cama. - Quiero una respuesta.
-- Andrew ya lo hemos hablado, yo...
-- Basta! Quiero tu respuesta!
Me calle, estaba realmente asustada.
-- Te quiero para mi... No quiero perderte... Acepta...
-- Pero si acepto...
-- Si aceptas, qué! Podrás olvidar a Alan y acabará tu sufrimiento...
-- Es cierto, eso acabaría pero... No quiero olvidarle...
-- Recuerda lo que te hizo, lo hizo por ti para que no te murieras y luego Natalia se fue, ahora quiere estar contigo. Por que no aceptas?
-- Porque tu me gustas...
-- Ya empezamos de nuevo... Quien te gusta: Alan o yo?
-- Tú pero no estoy segura por mi pasado con Alan.
-- Eiko... Yo te he querido durante años y tu a mi también, él solo te quiso meses, ves la diferencia?
-- Si... Siento hacerte sentir así...
Se quitó encima mio y se sentó.
-- Te quiero... Y siempre te querré...
-- Andrew... - Le di un pequeño pico y me separé.
-- Algún día tendré sobredosis de azúcar por tu culpa...
-- Jejeje.
-- Eiko, mañana me darás una respuesta?
-- Lo intentare... Lo pensare bien... Oye, te importa si... Hablo con tus amigos?
-- Claro que puedes. Mañana iré a clase, de acuerdo?
-- Ya te sientes bien?
-- Si, me tomo esa sopa y me recuperare.
-- Hahaha esta bien.
Y me dio un beso en el cuello.
-- Mañana haremos vida normal por fin.



Sentimientos EncontradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora