La carta

136 4 1
                                    

Esto será una carta que Andrew escribe a Eiko explicándole su situación y recordar los buenos momentos de pequeños. Luego, habrá un trozo siguiendo el curso de la historia.
La cancion es una cover, la cantante original se llama Tori Kelly.
.
.
.
.
.
.
Narra Andrew
Era un día un poco lluvioso, Eiko estaba ordenando cosas, yo estaba en mi cuarto observando una pila de ojos de papel, pensando en como debería escribirle la carta a Eiko.
Al final decidí escribirle, vivíamos juntos pero me daba ilusión que se encontrara con una carta para ella en el buzón.

"Querida Eiko.
~Recuerdo la manera en que me sentía cuando te veía, fotos hacen que me acuerde de los buenos tiempos juntos.~ esa frase me identifica, sabes?
Me acuerdo de cuando estaba colgado por ti a los tres años junto mi amigo, que tonto era ya de pequeño! Y lo sigo siendo, para que mentir.
También cuando mi padre me dio una rosa del jardín para regalartela por Sant Jordi, todos lo siguen recordando, reconocen que entre nosotros hubo amor. Sigue en curso nuestra bonita historia, una historia que se paró y ha retomado su curso, lo nuestro será algo que se quedará congelado en mi mente. La gente no se paró a pensar que a pesar de no llevarnos bien, seguía teniendo sentimientos hacia ti, la verdad es que cada vez que te veía no se... Sentía pequeñas mariposas en mi estómago, tenía tu rostro congelado en mi mente durante las clases, te hablaba y luego te ignoraba... Me hablabas de una manera fría y grotesca. No podía ser más idiota que contestarte de la misma manera hasta crear un vínculo de odio. Me fastidia ser tan idiota y que me recordaras como alguien arrogante, pero la gente cambia y así acabé.
Empecé a darme cuenta de que sentía cosas por ti cuando te vi en la biblioteca con un chico, no solía ir pero esa vez tenía que buscar un libro que me pidieron, te vi reír y sonreír, como arqueabas esos labios y como te incomodabas, no dejé de mirarte hasta que tu me miraste de reojo, me notaste? Nunca lo hubiera pensado, y yo como un cobarde, me escondí detrás de una estantería.
Cuando mi madre me dijo que tenía que ir a tu casa a cenar no pude evitar ponerme nervioso, no sabría como comportarme, pero al verte con Karen sentí que una puerta se abría a una gran oportunidad, pude acercarme más a ti... Y también pasear contigo, cogerte de la mano, oler tu perfume...
El poder vivir ahora contigo es genial, te veo a cada rato y bueno, que sepas que quiero algo más contigo pero si solo podemos tener una amistad... Me esforzare y supongo que algún día me daré cuenta de que será imposible y me rendiré, pero ahora estamos tan apegados que no me apetece para nada pensar en eso. Quiero seguir estando tan apegado a ti, a parte de querer algo más (como novia) te veo como a la hermana pequeña que nunca tuve. Eres linda, tierna, amable, fuerte, que más pedir, me encantas tal y como eres, con defectos que pienses que tienes incluidos. Gracias a esta oportunidad he podido conocerte mejor y he descubierto tu lado más tierno, te juzgué por tus apariencias pero he podido ver que eres realmente amable y carismática, tal y como tus amigas comentan.
Saca una sonrisa siempre, cuenta conmigo para lo que quieras, si te preocupa algo, cuéntamelo; si te pasa algo te prometo que mataré al responsable; quiero, por encima de todo, que sepas que me tienes a tu lado.
También quiero que confíes en mi plenamente, quizás no ahora después de todo lo que hemos pasado pero en un futuro espero que si.

Te quiero, en todos los sentidos, Eiko.

Att: Andrew Martínez

En ese momento paré de escribir, escuche un ruido de la habitación de al lado.
-- Eiko! Estas bien? - Entré alterado.
-- Si, es solo que estaba ordenando una estantería de libros y se me han caído unos cuantos. - Le vi con una pila de libros en su brazos y unos cuantos a sus pies.
-- Serás tonta, te podrías haber hecho daño, haberme pedido ayuda.
-- No necesito ayuda, puedo sola.
-- No se, eres muy patosa, anda deja que te ayude. - Me acerqué para coger unos cuantos libros.
-- No lo soy, y déjame, puedo sola - Se apartó de mi lentamente.
Con mala suerte pisé un libro y me resbale hacia ella, menudo desastre, estábamos rodeados de libros.
-- Con que patosa yo, eh? - Dijo.
-- Si no hubieras sido patosa, no me abría caído.
-- Si me hubieras dejado sola por mi cuenta no habría pasado.
-- Esta bien, te dejo.
-- No, no, señorito, ahora me ayudas a recogerlos, que me has tirado la pila que llevaba para colocar.
-- Vaaale.
Al final acabé ayudándole, no tenía más remedio.
-- Que estabas haciendo? - Me preguntó mientras recogía cosas de su cama.
-- Estaba escribiendo una carta.
-- Una carta? Que tradicional. Me gusta y me parece raro que alguien como tu escriba cartas.
-- En serio? Y como que alguien como yo?
-- Si, las cartas son algo que me parece muy detallista, no se como decirlo, a la vieja usanza. Y me sorprende puesto que no me imagino a ti escribiendo en papel y luego echar la carta al buzón.
-- Supongo que será raro pero a mi me gusta porque es algo material que puedes guardar o incluso oler si le ponen algún perfume.
-- Me alegra saber que a alguien le gusta enviar cartas, yo suelo enviar cartas.
-- A quien?
-- Amigos, familiares... Lo normal.
-- Ahh, yo no pero quería hacerlo por alguien - Me sonrojé.
-- Uuh te has sonrojado, es para alguien especial?
-- Si... Y tengo a esa persona delante de mis ojos. - Dije.
Ella se quedó perpleja.
-- Que? Es la verdad - Dije.
-- Nada nada, es solo que me ha sorprendido. - Dijo al cabo de unos segundos.
-- Dentro de dos días la recibirás - Le guiñé el ojo.
-- Esperaré con ansias de leerla - Sonrió.
-- Dejame hacer una cosa, no te muevas, cierra los ojos. - Dije casi susurrando.
Ella lo hizo, se quedó inmobil delante de mi. Am medida que los segundos pasaban, yo me iba acercando a ella.
-- Alan... Yo... - Susurro ella.
Al oír le besé, no quería que dijera nada sobre ese chico; ella cedió ante aquel acto, yo por ello empecé a sacar la lengua de mi boca para poder inspeccionar la suya, ella no se separó como de costumbre, seguía con los ojos cerrados, callada y sin movimientos.
-- Lo siento si te ha molestado que haya hecho eso.
-- No te disculpes, el haber hecho eso me ha hecho olvidar cosas y te lo agradezco.
-- No tienes por qué, es un placer.
Sonrió
-- Me voy a dormir, estoy muy cansada.
-- Esta bien, quieres que te acompañe?
-- Me gustaría... - Se sonrojó ante su sincera respuesta.
-- Eres encantadora. - Y le besé la frente como buenas noches.
Se quedó dormida y yo me quedé mirándola, era como un ángel. Susurraba cosas, entre ellas Alan y mi nombre, me sentía mal que le causara confusiones pero... Yo quería que se enamorara de mi, como en los viejos tiempos, en esos tiempos en que ella estaba colgado por mi pero que yo rechacé miles de veces; ahora quería que me quisiera como antes para decirle que si, de salir juntos.

Sentimientos EncontradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora