Feliz cumpleaños, Eiko!

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Narra Eiko
Hoy era mi cumpleaños (9 de junio), era domingo, en casa de Andrew.
Sus padres me felicitaron, me regalaron un libro y mis padres también vinieron a darme el regalo poroso parte, el tema regalos no era algo que me entusiasmara pero si ellos querían no los rechazaria.
-- Feliz cumpleaños, princesa.
-- Gracias.
-- Ten. - Me dio una caja, dentro de ella había un par de pendientes.
-- Son muy lindos. - Sonreí. - Gracias. - Le besé la mejilla.
-- No las des.
-- Bueno, me voy con mis amigas celebrarlo con una tarde de chicas con manicura, pedicura, masajes y sauna.
-- Vaya cumpleaños eeh.
-- Si, nos veremos mañana en el instituto. - Le besé y me fui.
-- Pasalo bien!

En el spa
-- Va Eiko, dinos, que vas hacer con Andrew hoy de especial? - Preguntó Andrea.
-- Pues no gran cosa de momento, dentro de unas semanas empezamos los exámenes finales y tengo que estudiar, no tengo tiempo para él pero éste verano estaremos juntos.
-- Vaya, que mierda. - Dijo Anna.
-- Que soso. - Dijo Karen.
-- Ya tendremos todo el verano, no importa.
-- Date prisa o lo perderás.
-- Tu crees que le perderé? - Me preocupé.
-- No, no, no, solo digo que quizás no os uniis tanto.
-- Nos vemos cada día en el instituto, que podría ir mal?
-- Que no habéis hecho eso. - Dijo Anna.
-- Que no hayamos hecho eso no significa que nos queramos, el sexo no lo es todo en una relación. - Dije.
-- Sabemos que piensas así, pero y él?  Él quizá quiere hacerlo y no lo hace por respeto. Deberías pensar más en él y no en ti misma.
-- Que no pienso en él?  El no pensar en él durante todo el día es lo que no pasa.
-- Vale, vale, no te molestes.
-- No me molesto.
-- Vaaale. 
-- Bueno, vamos a disfrutar de este día no?
-- Si!
Estuvimos todo el día allí y nos la pasamos muy bien; y al volver Andrew me esperaba en el andén de la estación.
-- Que tal ha sido el día?
-- Perfecto.
-- Que os habéis contado?
-- Bueno... Me han dicho que si no hago eso contigo pues que te perdería y eso...
-- Tonta, que quiera hacerlo no significa que te quiera y si no lo hacemos no significa que quiera dejarte, al contrario, busco algo serio y muchas chicas quieres hacerlo solo por rollo.
-- Seguro?
-- Que si, cuando quieras hacerlo me dices y lo hacemos de manera especial.
-- Vale.
-- Recuerda que siempre confiare en ti.
-- Si, y yo en ti.
-- Vamos, he pedido una reserva en un restaurante japonés. Celebraremos tu cumpleaños en una cita.
-- Oh que lindo.
-- Vamos! - Me cogió de la mano y fuimos corriendo hacia el restaurante.
Al final de la cena, el servicio del restaurante me puso un pastel con velas.
-- Y esto?
-- Un detalle.
-- Ya me has dado los pendientes, no hacía falta.
-- Claro que si, pide un deseo.
Sople las velas, los camareros aplaudieron y nos dieron la cuenta.
-- Tranquila, yo invito.
-- Andrew! Dejame pagar la mitad! Parecerá que me aprovecho de ti, dejame pagar la mitad.
-- De acuerdo, pero al menos te invitaré a un café.
-- Como quieras.
-- Genial. Y dime, que has pedido?
-- No se puede decir, ya no se cumpliría.
-- Es verdad.
-- Bueno, no es del todo cierto, mi deseo ya se cumplió.
-- Que linda eres, me tienes loco. - Me acarició la cara.
-- Debería irme a casa, mañana hay instituto.
-- Lo se, vamos, te llevo.
-- Muy bien.
Caminamos hacia casa y nos despedimos.
-- Hasta mañana, preciosa.
-- Hasta mañana.

Al día siguiente
-- Eiko! Despierta! Tienes que ir al instituto!
-- Voy!
-- Hoy tienes algún examen?
-- Hoy nos dirán las fechas de los exámenes.
-- Estudia, que luego tendrás todo el verano libre y no tendrás que ir a septiembre a recuperar.
-- Siii lo se, papá.
-- Y no te distraigas con el novio, ya tendrás todo el verano para pasarlo bien.
-- Que si...
-- Anda ve.
-- Si! Adiós! - Y me marche.

Al llegar estuve muy esquiva con mis amigas, esta mucho por los estudios, ese año podría empezar lo que más me gustaba, biología y química, y decidir mi carrera.
-- Eiko! A donde vas? - Preguntó Karen.
-- Me voy a la biblioteca, lo siento, se que te dije que quedaríamos al salir de clase pero no puedo.
-- Vale! Lo dejamos para otro día!
-- Si! Me marcho!

Andrew me quiso parar pero no me di cuenta y pasé, pero éste me siguió.
-- Eiko!
-- Que!?
-- A donde vas?
-- Voy a la biblioteca, tengo que estudiar.
-- Ah vale, podremos quedar unos de estos días?
-- No lo se, espero que si, ya te diré algo.
-- Te llamaré a la noche.
-- Vale, nos vemos. - Le besé la mejilla y le dije. - Te quiero, no lo olvides.
-- Si, yo también.
-- Oh oh... Eso es que desconfias, por que?
-- Es que seguramente Alan estará allí y no me hace gracia la idea de que esteis los dos...
-- Pues vente.
-- En serio?
-- Claro, si así te sientes más seguro.
-- Vale, pues vamos.
Nos dirigimos a la biblioteca y Alan ya estaba sentado allí.
-- Eiko, vienes con un acompañante.
-- Si, él ha querido acompañarme.
-- Bueno, aquí tienes el sitio reservado, suelen venir muchos estudiantes y como sabía que vendidas pues te lo he guardado.
-- Oh gracias, Andrew quédate aquí yo tengo que ir a devolver unos libros.
-- Si.

-- Bueno Andrew, como te va?
-- Bien y a ti?
-- Bastante bien, Eiko y yo hemos ido quedando aquí para estudiar, es una buena chica.
-- Si, una gran chica.

-- Bueno pongámonos manos la obra. - Dije.
-- Si. - Dijo Alan sonriente.
-- Que palo pero si. - Dijo Andrew.
-- Por donde quieres empezar? - Me pregunto Alan.
-- Biología, tenemos que memorizar muchas cosas.
-- De acuerdo. - Dijeron ambos.

Pasamos casi toda la tarde estudiando, Andrew estaba bastante aburrido pero con tal de que pudiera pasar... Era lo importante.
-- Bueno, Alan, nos vemos mañana también? Me ha venido bien tus aclaraciones.
-- Sin problemas, siempre estoy aquí.
-- Genial!
-- Eiko, te acompaño a casa?
-- Claro, vamos. Adiós, Alan.
-- Adiós!
Mientras íbamos a mi casa Andrew me iba preguntando sobre mis quedadas con Alan.
-- Hace cuanto os veis después de clase?
-- No hace mucho, solo quedamos allí porque nos ayudamos mutuamente.
-- Eso está bien, pero no quiero que te separe de mi.
-- Te dije que te quería, tienes que confiar en mi.
-- Confío en i, en él no.
-- Tienes que confiar en él, es muy amable.
-- De acuerdo, haré un esfuerzo.
-- Perfecto. - Y le besé.
-- Y eso?
-- Hm! Nada, quería hacerlo.
-- Pues yo tenía más ganas. - Me devolvió el beso.
-- Jejeje anda vamos. - Me separe de él y abrí la puesta de mi casa. - Tienes que volver a tu casa, no vaya a ser que se molesten contigo.
-- No pasará nada, yo quiero estar con mi dulce novia.
-- Pues en verano estaremos pegados con cola, así que, ve a casa y estudia para tener todo el verano libre.
-- Ni que fuera de esos que le quedan en verano.
-- Lo se, pero por si acaso.
-- Jajaja mi novia empollona. - Me cogió del mofletes.
-- Y tu mi novio tonto. - Le cogí de la nariz.
-- Ale! Vete a descansar.
-- Sii nos vemos mañana.
-- Adioos preciosa.
-- Adiós!

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