8. El dia que... Ya sabes.

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Desperté por el sonido del despertador, me moví inquieta y note a Klaus Dormido, junto a mi.

Me quedé ahí unos momentos mirando su perfil, sus pestañas largas, sus mejillas y su barbilla. Tenía un poco de barba y Lucía adorable con su cabello revuelto.

Me lami los labios al notar que no tenía camisa, fue cuando note que tenía un tatuaje en forma de pluma que liberaba tres pájaros.

Me levanté con mucho cuidado y corrí al baño, me quite mi pijama y me duche rápidamente, al terminar cepille mis dientes.

Sali con la toalla alrededor de mi y mire a Klaus de espaldas mirando a la ventana y al escucharme volteo rápidamente.

Su mirada me quemaba la piel.

Si las miradas actuarán ya no sería Virgen.

-Buenos días, cariño. - le Sonrei caminando a un cajón, sacando unas bragas y un sostén.

-Buenos días, amor. - dijo sonriendo de lado sin despegar la mirada de ella.

Si esto fuera una novela erotica describiría esto así;

Holland se sentó en la silla de su tocador y metió las bragas entre sus pies subiéndolas por sus largas piernas hasta su feminidad ocultándola de los ojos de Klaus.

Voltee la mirada y lo vi mirándome con atención mientras se mordía levemente el labio.

Me levanté y me voltee quedando mi mirada a la pared, me quite la toalla y me puse mi sostén.

Y ahí estaba, en ropa interior delante de Klaus.

Se levantó coquetamente acercándose a mi, me tomo de la cintura.

Me beso apasionadamente y yo Correspondi a su beso poniendo mis manos alrededor de su cuello.

Y el resto...

El resto es mi secreto.








[°°°]








Esto es algo que no estaba en la lista pero ya se cumplió.

No morir Virgen.








[°°°]








-¡Holly!

-¿Que? - murmure.

-¡Dile a tu perro que no Lama la cara de mi hija!

Rodé los ojos y quite el libro de mi rostro, mirando a Gus y a un Klaus molesto junto a su hija.

-Gus. No lamas la cara de la hija de Klaus.

Pero al cachorro le dio igual y la lamió.

-Holland. - Klaus me miro mal.

-Niklaus.

-¿Por que no te paras y lo llevas afuera?

-Mmmmm no.

-¿No? - Dijo alzando la ceja y lo imite.

-Me duele al levantarme. - dije levemente sonrojada.

-No pediste que me detuviera. - dijo con una sonrisa burlona.

-No quería que lo hicieras. - le Sonrei levemente.


[°°°]

Arrastre los pies fuera de la habítacion de la pequeña híbrida, llegue a mi cuarto quitándome la ropa, me inyecte la medicina y me recoste.

Cerré los ojos.

Muriendo al dormir, esperando vivir al amanecer.









Quiereme Cinco Minutos [Klaus Mikaelson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora