Capítulo diez.

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Capítulo diez

Dejo de escribir cuando mi mano comienza a arder. La sacudo intentando aliviar mis articulaciones del brutal ataque de inspiración del que acabo de ser víctima.

Leo los garabatos casi ininteligibles de la libreta sin dejar de sacudir la mano.

Estas acorralado. Sin salida. El aire falta. Las palabras fallan.

No hay luz al final del túnel. Las esperanzas se apagan.

Sin más sonrisas para fingir. Una tonelada de lágrimas para esconder.

El corazón duele, la cabeza no descansa.

Quien dice amarte te traiciona.

Confianza rota, relación perdida. Es el lema de la vida.

Quiero gritar. Quiero llorar. Quiero hacerme escuchar.

Vivimos en un mundo donde si tus sentimientos incomodan, por la borda son lanzados.

El corazón llora, la cabeza vueltas da.

En quien confiabas te traiciona.

Confianza rota, relación perdida. Es el lema de la vida.

Bueno, eso fluyo bastante rápido. No está terminada por supuesto. Es algo patética, triste y corta venas pero nadie dijo que la verdad estuviera hecha para hacer sonreír o que desbordara felicidad.

Bienvenidos al mundo real.

Dejo la libreta en el suelo frente a mí y siento algo húmedo correr por mi rostro. Llevo una mano a mi mejilla y es cuando noto que estoy llorando.

Mierda. Razón número uno por la que detesto que las personas me vean componer:

Soy incapaz de contener mis emociones. Puedo estar componiendo por horas y haber llorado durante todo el proceso mientras miles de recuerdos vienen a mí sin siquiera notarlo

Si resulta raro para mi, puedo imaginar cómo se vería eso para los demás. Del escenario al manicomio. Limpio mi rostro intentando esconder las lágrimas aunque estoy segura que mi cara debe estar roja e hinchada.

Acaricio a la pequeña bola de pelos acurrucada sobre mis pies y lo levanto al mismo tiempo que me pongo en pie.

Ni siquiera sé qué hora es y todo el mundo a mi alrededor debe estar enloqueciendo.

Sin preocuparme por mi aspecto —lo que es una total novedad—me encamino hacia donde Nicholas dijo que estaría.

Por supuesto, que solo lo hago porque necesito encontrar mi celular y no porque tenga ganas de tenerlo cerca en este momento.

Bufo.

Síguete diciendo eso, Nicole.

Recorro la estancia permitiéndome apreciar la simpleza de la decoración que es lo que lo vuelve exactamente lo que describió. No hay lujo en exceso, pero tampoco hace falta nada, cualquiera diría que vive aquí. Sin perder más tiempo, entro en la cocina y...

Mierda.

El hombre parado frente a mí; sin camisa y moviéndose con total comodidad alrededor de la cocina mientras bate en un bol y al mismo tiempo remueve algo que huele de maravilla en un sartén, bien podría...no, debería aparecer en google junto a la definición de sexy.

Estoy tan jodida.

Nicholas no solo es un hombre cocinando, es un hombre cocinando y que sabe lo que hace. Wyatt y Owen más de una vez han intentado alimentarme y casi me matan; primero en su intento de cocinar casi queman mi cocina decorativa, y segundo, eso realmente no podía calificar como comida.

Un Nicholas para Nicole (TOP FLAIR I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora