Capítulo diescinueve

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Capítulo diecinueve

Siempre he pensado que los secretos dejan de ser secretos en el momento en que te acercas mucho a la verdad...Cuando has estado a punto de dejarlo salir todo, pasa algo antes de que puedas hablar, es como si estos no quisieran que los dejes al descubierto y los hagas perder el poder y entonces buscan la manera de salir a la superficie y explotar en tu cara de algún modo.

Íbamos hablar de algo en cierto punto del futuro y entonces, los acontecimientos hacen que desee con todas mis fuerzas que el futuro fuera ya mismo.

Nicholas se fue y yo me quede aquí, con mil preguntas dando vueltas en mi cabeza. No soy la única con derecho a guardar silencio y no hablar de las cosas que me traen malos recuerdos pero sin duda, tampoco esperaba que él hubiera pasado por algo tan malo en su vida como para salir corriendo sin siquiera detenerse a mirarme.

No estoy molesta pero tampoco estoy feliz...Y no porque me haya dejado aquí, sino que cuando ves a una persona que siempre parece estar tranquila consigo misma, es bastante impresionante cuando sale del personaje.

Te hace darte cuenta que no eres la única persona con problemas en el mundo...y te hace sentir como una mierda el hecho que estabas tan encerrada en ti misma que no te diste cuenta de que la persona que te importa no tenía una vida tan perfecta como pensabas.

Todos tenemos un pasado...algunos uno muy jodido, y puedo dar fe de ello, pero ¿Qué tan jodido podría ser el de Nicholas?

—Amor de mi vida, novia mía, mujer que amo más que a nada incluso más que a mi guitarra —canta Owen mientras entra en la cabaña sacándome de mis pensamientos y haciéndome reír.

Viene prácticamente bailando hacia mí y entonces, como siempre, se lleva por delante con su pie la pequeña mesa de café frente al sofá.

Los libros no te enseñan que los hombres sexys pueden ser los seres más descoordinados del mundo al mismo tiempo.

Owen es la prueba viva de ello. ¿Quién podría imaginar que un hombre que hace que las mujeres mojen sus bragas con solo pronunciar su nombre pudiera ser tan torpe?

Nadie es perfecto, al parecer.

—Mierda, salchicha de mi perrito caliente, ¡Deja de intentar matarme! ¿Por qué coño sigues dejando cosas atravesadas a mi paso? —espeta frunciéndome el ceño.

¿Soy la salchicha de su perrito caliente? Genial.

La sala se sume en un completo silencio y entonces todos estamos riendo tanto y tan alto que nos podrían escuchar desde el centro de Londres.

Por segunda vez en el día mis ojos se llenan de lágrimas pero esta vez no tienen nada que ver con mis problemas. Esta es una de las razones por la que Owen siempre será mi mitad perdida; él no llegó siendo un dramático aunque puedo apostar que vio la foto, él llegó y como siempre decidió que la solución a todos mis problemas es la risa.

Es lo que necesito que sea.

Una vez más, me doy cuenta de lo afortunada que soy: tengo tres hombres increíblemente hermosos y no solo físicamente hablando en mi vida. Cada uno a su manera me da lo que necesito justo cuando lo necesito.

Wyatt actúa como mamá oso y aunque quizá, su manera de protegerme sea aislarme, lo hace porque sabe que fue lo que necesite por mucho tiempo y aún no acepta que hay cosas que puedo manejar por mí misma...otras no tanto. Sin embargo, sé que siempre puedo contar con él.

Owen es la clase de amigo que no le importa hacer el ridículo con tal de sacarte una sonrisa, puede que haya pasado por mucho pero eso es algo que nadie nunca le robo...Es mi mitad perfecta, con su humor acido a ratos, su torpeza y sus extrañezas.

Un Nicholas para Nicole (TOP FLAIR I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora