-Y en cuanto a mi estadía en el internado, fue todo un suplicio.
Julie miró al vacío, perdiéndose en el recuerdo.
-Mamá, detente un segundo. Puedes tomar mi mano mientras me cuentas, ¿eso te pondría de mejor humor?
-Sí, por supuesto...
La pequeña mano derecha de su hijo se materializó ante sus ojos, y con suavidad tomó la de ella. Julie se sintió agradecida, e hizo otro intento por contener las lágrimas.
ESTÁS LEYENDO
Mamá de mentira
Short Story"¿Me recuerdas?" "No sé quién eres" "Eso es porque nunca me conociste, mamá"