14

4K 524 5
                                    

-Y en cuanto a mi estadía en el internado, fue todo un suplicio.

Julie miró al vacío, perdiéndose en el recuerdo.

-Mamá, detente un segundo. Puedes tomar mi mano mientras me cuentas, ¿eso te pondría de mejor humor?

-Sí, por supuesto...

La pequeña mano derecha de su hijo se materializó ante sus ojos, y con suavidad tomó la de ella. Julie se sintió agradecida, e hizo otro intento por contener las lágrimas.

Mamá de mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora