No es tan fácil

Abril 3, 2013

"Haría cualquier cosa para ti. Todo lo que me sueñes, todo lo que quieras, todo lo que me pidas. [...]Descontaría días de mi vida para ti, para que fueran tuyos y de nadie más."

No estoy segura de que lo recuerdes. Tú dijiste eso, entre otras cosas que incluían amputarse brazos por la gente que quieres, sí, ambos brazos. Eres una especie de Eminem potenciado.
Llevamos un mes de tratamiento tras la cirugía, y te tengo tan pegado que escribirte es casi imposible. ¿Por qué digo llevamos? Es simple; no estoy sola, estás conmigo. Tú me sostienes el cabello cuando las nauseas me ganan, me traes el té de todas las mañanas, me peinas cuando no puedo alzar los brazos tanto tiempo, me acaricias para dormir, me acompañas en las eternas noches cuando eso no es posible, me sigues diciendo lo bonita que soy.
Todo esto es evidencia suficiente, enloqueciste, Tarik. Perdiste la cabeza.
No me queda un pelo, lo cual de cierta forma me hace sentir como una foca, una delgada y lisa foca. No me molesta mucho, el cabello crece, se corta, se cae, pero crece; lo que me molesta es la cabeza de alien que me ha quedado, esta imagen decrépita que tengo que darte cada vez que despiertas, este recordatorio constante de que no estoy bien y probablemente no vuelva a estarlo. Lo sabes, y lo sé. Y hay veces que parece no importar, pero es una sombra que opaca cada momento, que agrega una amenaza final, un "podría ser el último". Creo que eso lo sabes, que lo tienes claro, y por eso te esfuerzas tanto, por eso nunca dejas de sonreírme, por eso desestimas los oscuros surcos bajo tus ojos. Creo, mi precioso Tarik, que lo decías en serio.
Me estás dando tus días.
Te veo desvanecer de cansancio cada noche, despertar con la pesadez del agotamiento cada mañana, responder a mis necesidades inmediatamente. Puedo ver cómo te apagas, con claridad. Sé que no se compara a verme morir, lo entiendo, lamento decirlo de esa manera, a veces se me olvida que esto lo leerás, pero tú tienes opciones, oportunidades, cosas que hacer, que sentir, que vivir.
No me des tus días, Tarik, por favor. No los quiero, no te desvanezcas, no te desvivas, no por mí.

Estuve pensando locuras, ¿sabes? No las malas, no te asustes, no pretendo acelerar el cáncer. Pero me hubiera gustado dejarte algo, algo que mantenga tus pies en la tierra, algo por que luchar cuando yo no esté, algo que te mantenga a flote. Estuve pensando en lo loco que sería haber tenido hijos contigo. Lo sé, es extremo, ¿verdad? Pero la idea de tener una familia siempre me ha fascinado. La idea de dar vida, de sentirla crecer. De dar un nombre, un hogar. Siempre me han gustado los pequeños, lo sabes bien, pero ahora que esa opción se ve imposible para mí, sueño con eso.
En mi sueño reímos, porque no te gustan los nombres que digo y replicas que "la onda" del momento son los colores; "Piénsalo, la pequeña Blue, o Violet." Entonces seguimos riendo, porque es absurdo, porque el bebé patea, porque somos felices. Luego vuelvo a mi realidad, y me consuela verte, tocarte, abrazarte.
Espero verte alguna vez de ese modo, ver tus ojos en alguien más, tu sonrisa en otra boquita pequeña, tu testarudez en tamaño mini. Espero que seas feliz conformando tu propia familia, si es que eso forma parte de tus deseos. No hablamos de ello, pero tienes que saber, que el hecho de que mi vida termine no significa que la tuya lo haga. Tienes tiempo, tienes días, salud, y mucha gente que se desvive por amar a alguien como tú.
Voy a volver a este cantante que tanto te gusta, y pedirte una cosa. ¿Recuerdas la canción "When I'm gone"?

And when I'm gone just carry on don't mourn,

Rejoice every time you hear the sound of my voice,

just know that I'm lookin' down on you smilin'

And I didn't feel a thing so baby, don't feel no pain, just smile back

Eso quiero pedirte. Sonríe, Tarik. Prométeme que serás feliz.
A veces me cuestiono mis decisiones, si habrá sido un error aceptar el haberme casado contigo, sabiendo que duraré tanto como una lata de arvejas. Tengo mi pronóstico de vida escrito en un papel y aun así me doy el lujo de decirte que sí, de someterte a esto. Por eso no quiero que me des tus días; quédatelos, vívelos, y hazlo bien, con cada fibra de tu ser. Juega, corre, baila Tarik, baila mucho y canta más. Conoce gente, encuentra a la indicada, ten hijos, un equipo de fútbol completo, cuenta cuentos, hagan conciertos, ríe más, envejece, arrúgate mucho, arrúgate por mí. Te prometo que donde sea que esté yo en ese momento, cuidaré de ti, de los tuyos, te sonreiré muchísimo y esperaré con toda la paciencia que no supe tener aquí al momento en el que pueda abrazarte una vez más.
No me des tus días, porque a mi ya no me sirven.
Viviré los míos, contigo, dándote toda la felicidad de la que soy capaz, dure lo que dure. Estaré mal los lunes, más o menos los martes, y perfectamente bien los miércoles para ayudarte, bailar contigo, jugar, pasear, cantar, hablar, y hacerte la vida imposible hasta el lunes siguiente, para volver a iniciar cada semana. Te voy a encontrar la risa en cualquier momento, vas a olvidar que no tengo cabello, vas a perder de vista mi fecha de caducidad. Vas a estar bien.
Vas a estar bien.