Capitulo Tres.

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Amy

Dos meses han pasado desde aquel día que desperté con falta de memoria. He seguido con mi vida normal, como mi madre me lo había aconsejado. Estas ultimas semanas fui mejor  en el instituto, salí unas cuantas veces con Brent, leí uno que otro libro, iba con la psicóloga de el instituto por las sesiones de mi perdida de memoria. Aunque estoy cansada de ir, siempre hablamos de lo mismo, la Señorita Kathy nunca deja de hacerme las mismas preguntas, si recuerdo cosas de aquellos últimos meses o que si he notado algo extraño y yo siempre respondo lo mismo “no”. Pero lo cierto es que no le he contado todo. La verdad es que sigo teniendo los sueños con ese chico y por mas que intento que en el sueño me de su nombre, nunca lo hace y eso me frustra. Ayer no soñé con el, tuve un sueño en blanco, sin nada. La tristeza me inundo al no poder ver esos intensos ojos verdes que tanto llegaron a encantarme.

Hace tiempo le pregunte a Brent si yo había salido con algún chico estos últimos meses y me había respondido que no y eso fue lo que me motivó a no contarle a nadie mis sueños.

Justo ahora me encontraba parada esperando el autobús que me llevaba al instituto. Esperando con impaciencia. Hoy quede de salir con Brent al centro comercial de la ciudad. La verdad es que me divertía demasiado con el, nunca paraba de hacerme reír y hacerme sentir bien. Siempre que estaba con el olvidaba mi problema, por eso casi nunca me separo de el en el instituto y siempre en la clase de Historia, (en la única clase que estamos juntos) la pasamos platicando, ahora casi siempre salía regañada por el profesor Robert, justamente mi maestro de historia. No para de darme sermones de que me reprobara si sigo interrumpiendo su clase con las risotadas que se me escapan cuando estoy con Brent, es imposible no reírse a su lado.

Observé el autobús por lo lejos, me puse aun mas cerca de la calle. Se detuvo en menos de un minuto en frente de mí, se abrieron las puertas y subí rápidamente. El autobús comenzó a avanzar y me sostuve de los tubos que había a los lados, para no caerme.

Me deslicé en el primer asiento que ví, que era al lado de un chico de primer curso, llevaba unas gafas enormes y observaba desinteresado por la ventana, al ver que no se volteaba, ni me decía nada al sentarme al lado suyo, me puse mis audífonos y conecté mi ipad a todo volumen, la canción de “The Scientist” de Coldplay me inundó los oídos y comencé a tararearla, seguida de otras dos canciones. El autobús se detuvo de golpe, haciendo que me fuera para adelante, casi golpeándome en el asiento que estaba en frente de mí. Observé por la ventana y ví el gran edificio que era mi instituto. ¿Tan rápido había llegado? La música hacía que me desconectara de este mundo por completo, perdida en mis pensamientos. Me levanté algo mareada todavía por el frenon que había dado anteriormente el autobús y me dirigí a las puertas para poder salir al parking del instituto.

Como de costumbre, Brent ya me estaba esperando en la entrada del edifico, me observó caminar hacia el y una sonrisa se dibujó en su resplandeciente rostro.

Brent era algo popular en este instituto y a veces me preguntaba yo misma porque quería tenerme como amiga. No soy popular, no soy muy guapa y no tengo muchos amigos. Al menos yo pensaba eso. En cambio Brent si era muy atractivo, con su despeinado cabello rubio y sus resplandecientes ojos celestes. La mayoría de las chicas hablaban de el en el instituto, las había oído muchas veces, fuera de los baños, por los pasillos, en el salón de clases, en la cafetería…

En fin, en todas partes.

Brent me estrechó en un abrazo, lo envolví con mis brazos, que al lado suyo parecián pequeños.

-¿Cómo estas Amy? –preguntó después de que terminó el abrazo. Me miró con sus grandes ojos celestes.

-Estos días he estoy muy bien  ¿y tu?

Dark NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora