9.2 Nuevos despertares.

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Laura

Sinceramente, había extrañado despertarme en los brazos de Ross más de lo que me gustaría admitir. Me despierto gracias a unas caricias en mi mejilla y abro los ojos para encontrarme a Ross sonriéndome levemente.

— Buenos días... — murmuro acercándome más a él.

— Realmente estás aquí... — susurra.

— Claro. ¿Dónde estaría?

— Tenía miedo de que cuando despertara, todo hubiera sido un sueño a causa del alcohol. Siento mi comportamiento de ayer. Bueno, en cierto modo.

Suelto una carcajada y lo beso lentamente, él me corresponde presionándome contra su cuerpo.

— Descuida, no importa... Pero no vuelvas a irte tantas noches para beber. Te puede hacer mal. Entiendo que necesites tu espacio y puedes salir a tomar algo con tus hermanos, simplemente no lo hagas todas las noches. Además te necesito y me gusta irme a dormir contigo.

— No me iba porque necesitaba espacio de ti o de los niños... No soportaba estar en la misma casa que tú y fingir que ya no te amaba.

— ¿Por qué tenías que fingir? Tú fuiste el que dijo eso de dejar lo nuestro...

— Te mentí. No quería eso ni creía que era lo mejor, simplemente se que no soy capaz de hacerte feliz. Te he dañado tanto... Quiero que seas feliz y amada, que no hayan lágrimas por mal de amores ni que seas infeliz.

— Pero tú me haces feliz, Ross... En estos últimos meses me has hecho sentir amada y feliz.

— Te he hecho llorar... Además, te he hecho cosas horribles.

Suspiro y lo abrazo con fuerza. — Esa vez que estaba llorando fueron mis hormonas, no tú. Si, has cometido tus errores pero sabes remediarlos y te amo por ello. Ambos hemos cometido errores y es entendible, tenemos 22 años a penas y ya tenemos una familia. Ahora mismo entiendo por qué has hecho lo que has hecho, estabas asustado... con 21 años de repente tenías a una mujer que iba realmente en serio y dos hijos. Aunque por supuesto que si lo haces otra vez, probablemente deje que Rocky te rompa la cara.

— No lo haré otra vez, Laura. Soy completamente tuyo, como tuvo haber sido hace un largo tiempo.

— Y yo te pertenezco a ti... Como siempre ha sido. Te amo, Ross.

— Yo a ti, cariño... Te amo tanto... — murmura antes de besarme.

Le correspondo un poco más apasionadamente mientras me presiono contra él. Lo había extrañado y aprovecharía cada oportunidad para satisfacer mis hormonas de embarazada. Afortunadamente, no teníamos mucha ropa... Claro que ninguno logró siquiera sacarle la ropa interior al otro debido al timbre.

Ross se separa de mi y mis ojos, increíblemente, se llenan de lágrimas.

— ¿Qué pasa? — pregunta mirándome confundido mientras se viste y yo hago puchero.

— Ahora no tendré sexo porque tenemos visitas. — digo llorando.

¿En serio estoy llorando por eso? Si. Estúpidas hormonas.

Ross intenta disimular una sonrisa y eso solo me hace llorar más. Al parecer lo nota ya que me atrae hacia él y me abraza con fuerza.

— Deja de llorar, cariño...

— Son las hormonas. — murmuro secándome las lágrimas.

— Iré a abrir la puerta. Tú termina de vestirte y arreglate un poco.

Lovers || Raura (PRIMERA y SEGUNDA TEMPORADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora