Lovers || Raura (PRIMERA y SEGUNDA TEMPORADA)

11. Cumpleaños

Laura

Mi celular suena nuevamente y yo le doy otro trago a mi botella. Rocky suelta un bufido para después tomar también.

— No le contestes. — dice Rocky cuando ve que estoy mirando mi telefono. — Estoy aquí para evitar eso. No le contestes.

— No le iba a contestar... Sigo enojada con él. No puede creer que me haya dicho eso. ¿Realmente cree que me quise victimizar? Sufrí mucho como para que él me diga eso. Además se supone que me conoce... — murmuro llorando nuevamente.

— No, Laura... No llores otra vez, cariño. — susurra mientras me abraza y yo me acurruco en él.

— Me duele... Jamás creí que él sería capaz de hacerme algo así. ¿Abandonarme embarazada? Dijo que me buscaría pero a ti te dijo que no quería atarse a mi. Solo fui su jodida aventura de verano, y ahora también soy su estúpida aventura. Soy una zorra.

— ¡Laura! No eres una zorra. Estabas enamorada, no fue tu culpa. No digas que eres una zorra porque no lo eres. ¿Fuiste su aventura? Es un imbecil por subestimarte. Ahora mismo deja de llorar y cambiemos de tema.

— Bien... — murmuro y mi celular suena. Elliot. Atiendo solo porque es él. — ¿Ya estás viniendo, amor?

— ¿Eres Laura? — pregunta una voz femenina.

— Si... ¿Le ha pasado algo a mi esposo? — pregunto preocupada.

— ¡Acaba de dejarme por ti el jodido imbecil! Por una zorra con dos hijos acaba de dejarme. No ha estado en ninguna estúpida Inglaterra, ha estado follando conmigo en mi casa de verano. Tuvo su sexo y me dejó. Tu amoroso y hermoso esposo te ha engañado conmigo durante meses. Buenas noches, zorra. — dice enojada para después cortarme.

Oh, lo que me faltaba. Increíble.

— ¿Qué pasó? — pregunta Rocky.

— Elliot. Tiene. Una. Amante. ¡No puedo creerlo! Jodido estúpido. Espera... Soy libre.

— Ay, no... No otra vez...

— ¿Qué? Es algo bueno. No voy a soportar más a otro hombre en mi vida. Me enfocaré en mis hijos y en que no les falte nada. A la mierda Elliot. A la mierda Ross. A la mierda los hombres. ¿Quién los necesita?

— Ay que lindo es ser soltero. — canta Rocky y yo suelto una carcajada.

—  Dejen de ir a Argentina.

— Debo irme. ¿Estarás bien?

— Sip. Quédate tranquilo. Elliot llegará en un rato.

— De acuerdo... Adiós, cariño. Cuídate. — dice besando mi mejilla y yo le sonrío.

— Nos vemos mañana.

Cuando Rocky se va, Elliot entra a la casa. Seguramente ha visto a Rocky y comenzará con su estúpida escena de celos.

— ¿Qué hacía Rocky aquí? — pregunta enojado y yo le doy otro trago a mi botella tranquilamente. — ¿Me estás engañando con él? ¡Responde, Laura!

— ¿Puedes bajar la voz? Los niños duermen.

— ¡Me importa una mierda! ¡Me voy unas semanas y ya te acuestas con otro! ¡Eres una jodida zorra!

— Vaya... Que hipócrita de tu parte. ¿Cómo ha estado Inglaterra?

— ¡No cambies de tema!

Me levanto enojada. Estoy cansada de él. Estoy cansada de los hombres.

— No me mandes, no me grites y no vuelvas a llamarme zorra. No, no me acuesto con Rocky. Es mi mejor amigo. Llamó tu amante, ¿quieres que hablemos de eso?