Lovers || Raura (PRIMERA y SEGUNDA TEMPORADA)

4. Desaparecido

Habían encontrado mis fotos con Ross. Las fotos viejas de ese verano. Eran como el FBI estas chicas. Lo extraño era que la mayoría estaba alterada pero de buena manera.

— ¿Has salido con Ross? — pregunta Elliot mostrándome su celular.

Carraspeo nerviosa. — Es el padre de los niños.

— ¿Qué? ¿Él? ¿En serio? Ya veo por qué se me hacía tan familiar... Noah y Nick son parecidos a él.

Sonrío mientras asiento. — Si, lo sé. Por eso no los muestro, Ross se daría cuenta.

— ¿Piensas decirle?

— No.

Elliot suspira aliviado y me besa. Me separo lentamente para que no se sintiera rechazado. — Debo irme a trabajar... Acuérdate de ir a buscar a los niños.

— Si, descuida.

Le sonrío levemente y me voy al trabajo. Hoy comenzaríamos con las grabaciones del video, no había vuelto a ver a Ross desde nuestro encuentro en su casa. Ya habían pasado dos días.

— Las fans están histéricas. — dice Rydel riendo mientras niega con la cabeza. — Ha salido cada foto suya...

— Fue mi culpa. Me olvidé de mi otra cuenta y quedó a la vista de todos. Lo siento. — me disculpo. — Me había olvidado completamente de la existencia de mi antigua cuenta.

— No pasa nada, Laura. Tarde o temprano se iba a saber. — me tranquiliza Ross.

— Ahora Elliot lo sabe... — murmuro. Por lo tanto, estaría más pendiente de mi.

— ¿Y?

— Luego te explico.

— Muy bien, chicos. ¿Listos para grabar? — pregunta el director.

— Una pregunta... ¿La vestimenta ya la tengo aquí, verdad?

— Si, en tu camerin tienes la del día de hoy. Hoy te haremos tomas sola, los chicos tendrán sus tomas cantando.

— De acuerdo. Iré a cambiarme.

— Yo igual. — dice Ross y me sigue cuando me voy a mi camerin.

Me doy la vuelta y me apoyo en la puerta mientras lo miro.

— Si Elliot sabe que hemos sido pareja, estará muy pendiente de mi y de lo que hago. Ni siquiera tendría un momento para huir.

— Nos las arreglaremos... — murmura besando mi cuello.

— Está mal lo que hacemos. Estoy casada...

— Eso no te ha detenido la otra vez.

Suspiro. — Eres imposible.

— Solo digo la verdad. Simplemente somos dos personas que se aman y quieren estar juntos sea como sea.

— No. Eres un hombre que quiere tener sexo conmigo. Quiero irme a cambiar. — digo y estoy a punto de darme la vuelta para abrir la puerta pero Ross me detiene colocando sus manos en mi cintura y besándome.

Intento no corresponderle. Lo juro. Realmente lo intento. Pero sus manos saben donde acariciarme y él sabe como besarme para que le corresponda ese beso. Toda mi resistencia se esfuma y le correspondo el beso.

— No eres solo sexo para mi. Quiero estar contigo, me interesa muy poco si nos acostamos o no. Solo quiero tenerte en mis brazos, aunque sean solamente dos o tres horas. ¿Realmente crees que te usaría de esa forma? Laura, soy completamente tuyo.