Capítulo 3 - "Complicados"

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Tina: 

Ya habían pasado unos días desde el inicio de clases, aún era extraño todo, pero me adaptaba.

Sack seguía siendo mi compañero hasta el momento, mi relación con él era una mezcla de risas y peleas, pero todo en un buen término. 

Fue al baño apenas sonó el timbre, yo, por mi parte, me quedé pensativa en mi lugar. No me disgustaba el instituto, recién empezaba y ya había conseguido... Un amigo. Tomé mis cosas y fui hasta mi casillero a depositarlas. Cuando me disponía a salir, unos brazos me acorralaron contra los casilleros. Con el corazón acelerado, y sin entender lo que sucedía, miré al chico. Tenía un cabello de un rubio muy claro, y unos ojos celestes electrizantes. Su rostro se encontraba cerca del mío, por lo que me incomodé.

—¿Qué...Se supone que estás haciendo?—Estaba demasiado confundida como para pensar qué decir. Él me miró, de una forma extraña, con sus ojos analizándome e hizo el amago de acercar su rostro a mi cuello. Entonces ese fue mi límite, lo empujé con todas mis fuerzas, a la vez que él parecía por fin entrar en razón.

—Yo... No sé lo que hacía...—Lo intenté detener, para pedirle una explicación, pero se fue, dejándome confundida y con el corazón completamente acelerado por la adrenalina. 

Sack:

Volví al salón esperando encontrarme con Terca, pero no estaba, por lo que salí a buscarla por los pasillos. Cuando la encontré, se veía extraña, estaba algo roja y mirando a la nada.

—¿Estás bien?.—Inconscientemente ahuequé su mejilla en mi mano, ella se sorprendió por mi acto, pero no se movió de su posición. Al darme cuenta de mis acciones, retiré mi mano disimuladamente, a la vez que desviaba la mirada.

—S...Sí.—Carraspeó levemente—No es nada, solo tengo sueño.—Su rostro volvió a la normalidad. No le creía, pero se notaba que no quería contarme. Así que la respeté, además,no era nadie para pedirle tantas explicaciones.—¿Vamos a la cafetería?—Ella asintió, algo aliviada por mi respeto hacia sus asuntos.

—Sí, tengo hambre.—Expresó, mientras hacía un puchero.

¿Desde cuándo se comportaba así de tierna?

(...)


Cassandra:

La cafetería se encontraba repleta de alumnos, me incomodaba. Además, desde que había visto a aquel chico, con quien no volví a cruzarme ni mirar, temía encontrármelo. Teníamos algunas clases juntos, sin embargo, no quería enfrentar el hecho de que tal vez era él, pero también cabía la mínima posibilidad de que su rostro similar solo fuera una casualidad.

Miré a Scar, quien tenía puesto sus auriculares, y le hice señas de irnos. Asintió y me acompañó hasta los pasillos.

—¿Dónde piensas ir?—Me hablaba sin apagar su música, la tomé de la mano y la arrastré hacia la biblioteca, el único lugar decente.—Hey, pero tengo hambre.—Rodé los ojos, antes de salir se había comido casi todo mi refrigerador entero.

La biblioteca, como pensaba, se encontraba bastante solitaria. Sin embargo, era distinta a la de los demás institutos. Si bien la iluminación era bastante cálida y daba un efecto acogedor, el lugar era bastante amplio. Algunos libros flotaban en, lo que suponía que eran, estanterías invisibles. Algunos se entreabrían apenas te acercabas, otros emitían sonidos extraños o leves movimientos. Pero lo que me inquietó fue un sector completamente igual a los normales, con libros normales y estanterías ordinarias, es más, si solo veías esa parte pensarías que estabas en una biblioteca común.

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