Criaturas del zodiaco

Capítulo 7 - "Friday Night" p.2

Tina:

Los viernes eran mi día favorito, bah, el de casi toda la población mundial. Estaba por irme a mi parada cuando Sack me llamó.

-¿Te piensas ir sin mí?-Lo ignoré y seguí caminando, solo para molestarlo-. ¡No te puedes ir así! ¡Estoy embarazado!-Me di vuelta, mostrándole el dedo del medio.-Espérame, maldita sea...-Ya se había impacientado, reí para mis adentros.

-¿Por qué no te aparecías y ya?-Hizo gesto de "qué flojera"-. ¿Qué pasa?

-Esto...No soy de pedir estas cosas, pero dicen que algunas hadas conceden deseos...-Lo miré mal, nuevamente-. A lo que me refería, como sabrás, la semana que viene tendremos examen.-Entendí a lo que se refería, era bastante malo en biología ya que se la pasaba hablando toda la clase-. ¿No te molestaría ayudarme, en mi casa?-Ignoré su cara pervertida.

-¿Es una excusa para invitarme a tu casa?-Rió-Okay, ya. Está bien, solo déjame avisarle a mis padres.-Tomé mi móvil e hice lo mencionado. Tardaron unos minutos en responder, haciéndome bastantes preguntas sobre con quién o dónde me iba. Fui sincera, nunca les mentía, bueno, casi nunca. Por suerte se iban a cenar, así que no había demasiado drama-. Bien, vamos...

(...)

Llegamos a su casa, si bien era espaciosa, también bastante modesta. Un jardín en la entrada nos recibió, era muy bonito, con plantas muy cuidadas y un pasto parejo. Sack ingresó sus llaves, que se había tomado un tiempo en buscar por ser tan desordenado, y abrió la puerta. Me dejó pasar y luego entró él, cerrándola. Me encontré con un salón bastante grande y un aroma a comida que no me dejó indiferente. A la izquierda, un arco separaba a esta sala de la cocina. A mi derecha, se podían ver unas escaleras que, suponía, subían hacia las habitaciones, y seguramente por ahí había algún baño. Sin embargo, la decoración, en algunas partes parecía muy hogareña, y por otros, algo vacía. Noté a Sack algo inquieto.

De la cocina, una señora mayor salió, recibiendo a Sack con un abrazo.

-Nilda, deberías estar descansando...-El reproche y seriedad en su voz me sorprendieron, pero no comenté nada.

-¡Bah, pavadas! No estoy muerta, por ahora, y no me quedaré todo el día descansando.-La mujer reparó en mi presencia, y se alejó de él. Me saludó, igual de cariñosa que con él, y ya me veía venir la pregunta...-. Hola, cielo. Lamento no haberme dado cuenta de que estabas aquí, solo que Sacky no me avisó nada...-Intenté no reírme por el apodo, no en la cara de la amable mujer. Le sonreí, diciéndole que no importaba-. ¿Y bien, no me presentarás?-Sack parecía estar en modo planta, hasta que reaccionó.

-Ella es Tina, una amiga.-Por la mirada de la señora sabía que desconfiaba de la última parte, supuse que era normal-. Tina, ella es Nilda, mi abuela.-Volví a sonreírle, la verdad es que ya nos habíamos saludado así que era estúpido volver a hacerlo. Me llamó la atención lo de "abuela", ¿Y sus padres? Traté de no ser tan cotilla y, si de algún tema desconocía, él me lo terminaría contando, si así lo deseaba, obviamente.

La mujer me invitó a la cocina y sacó del horno una tarta, que por el olor supuse que era de manzana, y nos miró.

-Debe enfriarse, mientras tanto les puedo preparar un jugo.-Sack estaba más inquieto y serio que nunca.

-Está bien, no hace falta, luego volvemos. Mientras ve a descansar Nil, por favor.-¿Por qué insistía tanto en eso? Bueno, la curiosidad me estaba matando, pero no lo pondría en una situación incómoda. La mujer asintió dudosa, y se dirigió hacia arriba-. Entonces...¿Vamos a mi cuarto a revolcarnos?-Su faceta cómica, o sea la normal, había vuelto, junto a una cara pervertida que por supuesto ignoré.