Criaturas del zodiaco

Capítulo 13 - "Indiferencia fingida"

*Levi en multimedia*

Cassandra:

Pensaba constantemente un modo de comunicarme con Calixto. Necesitaba hablar con él, expresarle mis dudas y pensamientos. Aquel sueño era de los más significativos que había tenido junto a él, no podía dejarlo pasar así porque sí. Sin embargo estaba segura que él sí pensaba ignorarlo, ya que podría haber venido a hablar conmigo, él sabía dónde vivía mi padre. Era lunes y él no había asistido a clases, además de que actualmente me encontraba en casa de mi madre. 

Nadie sabía su número ni su dirección, y si lo hacían, no pensaban decírmelo. Parecía una acosadora preguntándole a todo el mundo, menos a Aiden, quien seguramente me mandaría a freír churros.

Probar no cuesta nada, más que mi dignidad.

-Aiden.-Eramos compañeros de banco, como usualmente sucedía cuando llegaba tarde y no había disponibles otros asientos. Desvió su mirada de la ventana hacia mí, arqueando una ceja a modo de "¿Qué?". Demonio arisco-Por casualidad...¿Tienes algún modo de contactar a Calixto?-Puso una cara seria y hasta molesta, mientras negaba rodando los ojos-No sé ni para qué te pregunto...-Murmuré, algo molesta por su reacción.

-¿Qué es eso?-Ignoró mi comentario, fijando su mirada en mi bloc donde normalmente dibujaba. Siempre que tenía un sueño o algo me llamaba lo atención, lo plasmaba allí, por miedo a olvidarlo o por aburrimiento.

-Una cabaña.-Me miró mal por mi contestación tan obvia-No está en venta, lástima.-Estaba más serio de lo normal.

-¿Cómo la conoces?-Me encogí de hombros, no se lo diría-Cassandra...-Suspiré.

-No uses un tono condescendiente conmigo.-Apretó la mandíbula-¿Acaso yo te pregunto cómo consigues mi dirección y apareces en mi cuarto a las tres de la mañana?-No tardó en contestar.

-Claro que lo hiciste, pero te rendiste al ver que obviamente no te lo diré.-Continúe con mis preguntas retóricas.

-¿Acaso yo te pregunto por qué me tratas como si fuera una mierda despreciable y después me pides ayuda? ¿Por qué me odias tanto sin razón aparente? ¿Por qué me llamas loca todo el tiempo? Porque sí, aunque no te des cuenta, siempre te escucho murmurarlo...-Me había agarrado un sincericidio. El aflojo su expresión ante mis palabras, cosa que me hizo sentir ridícula. Mi intención no era que me pidiera perdón, ni mucho menos, era la verdad y así sería, porque sabía que ninguno de los dos cambiaría la conducta. Simplemente quería callarlo con mis preguntas, quería que se enojara y terminásemos la conversación en una discusión absurda.

Porque así es nuestra relación, y no creo que vaya a cambiar.

-No te odio...-Fijé mi vista en mi libreta, muda. Su expresión había cambiado radicalmente, parecía que le hablaba a la mesa, ya que miraba hacia abajo. Luego se recompuso-Lo de loca es la verdad, tampoco es un insulto.-Fruncí el ceño. El problema no era la palabra, sino las veces que me lo habían repetido y cómo lo usaban contra mí todo el tiempo, personas como mis padres, por ejemplo.

-Está bien, no hace falta que digas nada, sigue con tus cosas.-Dije garabateando en la hoja, esperando a que me hiciera caso. Por lástima, no pasó.

-¿Para qué necesitas comunicarte con Calixto?-Negué, no lo iba a entender, ni siquiera yo lo hacía.

-Es una historia muy larga.-Finalmente, cedió ante mis intenciones de finalizar la conversación, fijando nuevamente su mirada en la ventana a su lado.