Mejores amigas © «Completado»

Capítulo 15

Caitlin

—Neila—solté de golpe.

La chica castaña y oji-verde pasó a la habitación. Sí, toda una modelo, pero con un cerebro de nuez y neuronas explotadas.

Se acercó a mi e implantó un fuerte beso en mi mejilla golpeada, obviamente a propósito. La zona afectada dolió, por lo que hice una mueca.

Ella sonrió y se sentó a mi lado, dispuesta a molestar.

Lauren y Bella ya se habían ido para cuando les pedí ayuda con la bruja.

—Tu cara esta como una mierda—murmuró

—¡Gracias por el cumplido!—espeté llena de sarcasmo

—Una semana o dos y se te estarán desapareciendo—habló

—Ajá, ¿Que quieres?—pregunté

—¿De qué hablas?—se hizo la inocente.

—Tu nunca vendrías aquí por voluntad propia...¿Que quieres?—pregunté otra vez

Ella rodó sus ojos y resopló para hablar

—Quiero el BMW que la tía te quiere obsequiar—contesto haciendo puchero

Mis ojos se abrieron ante la sorpresa.

—¡¿Me obsequiarán un BMW?!—Exclamé llena de emoción

—Para tus dieciocho, en octubre 3—habló rodando los ojos.

¡Un mes! El tiempo se me había pasado y según mis cálculos faltaba un mes con unas cuantas semanas para que cumpla dieciocho.

¡Tendré un auto!

Pero no lo podría usar ya que estoy en Londres.

Mi sonrisa era radiante y me dedicaba a restregársela en la cara a Nelia

—Bueno, te quería informar que tus papás vendrán el 31 de octubre por la noche para ver cómo te encuentras—suspiró y se levanto para salir.

Sentí una punzada cuando menciono el 31 de Octubre.

Ese día el instituto acabaría pues nos daban el trabajo suficiente para rellenar los meses y era un rollo largo.

Ella volteo antes de irse y asentí con la cabeza despidiéndome de mi prima.

Bella y Lauren entraron como torbellinos queriendo saber todo lo que pasó. Les conté lo hablado con Nelia indiferentemente y Bella se excusó diciendo que haría unas cosas.

Lauren y yo estuvimos en silencio mucho tiempo hasta que habló

—Te vi saliendo de la biblioteca—comentó

—¿Cuando pelee con Thomas?—pregunté

—Sí—afirmó

—¿Que viste?—pregunté

—No mucho—sus mejillas se colorearon y bajo la mirada—Besé a Erick—murmuró

Solté una carcajada y ella me miró seriamente.

—¡Ya era hora!—grite

Lauren formó una mueca, sabía que no estaba dispuesta a divertirse, si no a hacerme hablar .

—¿Quién te hizo esto?—preguntó

Solté un pesado suspiro y removí mi cabello intentando quitar la calor que hacía.

—No lo sé—hable

—Sí que lo sabes...solo que no quieres decirlo—comentó

—¡No lo sé!—hable elevando mi tono de voz

Me dio una amenazante mirada y abrió la boca para hablar

—Lo entendí...Me alejaré de Thomas—hablo intentando imitar mi voz. ¡Que tonta fui!

Ahora Lauren sabía que ocultaba algo y no estaba dispuesta a decirlo.

—Lauren....Somos mejores amigas—hable

—No pueden haber secretos entre nosotras—habló

—Tengo que contarte algo—hablamos las dos al mismo tiempo.

Soltamos unas risillas y yo comencé a hablar.

—Recuerdo el rostro de quien fue—hable

Su mirada se encontró con la mía y esperó que hablara.

—¿Recuerdas que Alan había comentado que su papá creía que su hermanastra tenía un enfermedad?—recordé mordiendo mi labio

—Psicópata?—murmuró Lauren
Yo asentí.

—El caso es que...Darlin es una Psicópata—informe

Ella soltó una maldición.

—Darlin me golpeó y amenazó con matarme si no me alejaba de Thomas—informe

—¿Por eso te vas a alejar de él?—espetó

Asentí con la cabeza y observe su retrato colocado en mi escritorio.

Una sonrisa me asaltó y hable.

—Además...Correspondió un beso de Darlin—hable aún con dolor en mis ojos.

Lauren se acercó y me abrazó para luego separarse.

—También tengo que contarte algo—murmuró poco convencida.

Asentí y espere.

—Esto es...algo de Bella...Es personal pero creo que debes saberlo—

Asentí y espere a que continuará

—Cuando ella tenía dieciséis su hermana murió—hablo tristemente

Una punzada de dolor invadió mi pecho y recordé aquellos  momentos hace 2 años atrás.

Levante los hombros restándole importancia.

Ella sabía que me afectaba.

—Su hermana murió un 31 de Octube en un accidente de auto—comentó observándome

Mis ojos escocieron y tenía un nudo en la garganta.

—El 31—hable con voz quebrada.

Ella asintió y yo lo dije.

—El día que murieron mis hermanos—susurré entre cortadamente.

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¡De seguro y no se esperaban esa bomba!

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