Courtney
Tres meses después.
La modista me mira unos segundos antes de mirar a Cristina preguntando si está bien el vestido. Yo evito moverme demasiado para que los alfileres no me piquen.
— A Courtney es la única que el vestido le queda largo— menciona Cristina algo pensativa.
Miro a las demás chicas que se están probando el vestido de dama de honor, entre ellas sólo está la pequeña, o bueno, no tan pequeña Amy. Miro mi vestido seguido del de ellas. No veo nada diferente, salvo que los vestidos no son de las mismas medidas.
Niego con la cabeza en dirección a Cristina y la modista me mira antes de decir:
— Señorita, intentamos que el largo de todos los vestidos les llegara a la misma altura a todas, la altura que nos mencionó— le explica la modista a Cristina.
Desde que Cristina nos mencionó su compromiso con Connor, parece que los nervios la han traicionado varias veces y se ha vuelto paranoica unas tantas. Incluso se volvió un poco difícil de soportar, ya que, después de presumir los precios de todo lo que estaban adquiriendo ella y Connor, ya que algunas veces se llegaba sentir superior que todas. Ésta actitud no le pareció adecuada a Cecy, quien por alguna razón no soporta a Cristina después de haberla conocido en persona, quizá por ambas tenían una personalidad muy parecida. Cecy, había comenzado a bromear con que se había librado de quedar en banca rota. Y sí, probablemente sí, ya que cuando Cristina nos llevó a la tienda de vestidos a tomarnos la medida, se nos salió el corazón cuando nos dieron el presupuesto. Amy, fue la más sincera de todas al decir que ella no pagaría casi cuatro salarios para un vestido que después no usaría. Lo que nos sorprendió a todas fue la facilidad de Cristina para decir "tranquila, yo te ayudo a pagarlo".
Cecy, solía decirnos siempre que, Cristina, estaba pasando por la crisis de la novia compulsiva, que técnicamente consistía en que a la novia, después de pagar tanto por su boda, todo se volvía algo fácil de comprar, ya que, si tenía para la fiesta, tenía para todo. Y en parte, estaba de acuerdo con ella, ya que comenzaba a darse los lujos que cualquiera quisiera tener.
Nadie dijo nada al respecto, ya que, según Cecy, había la esperanza de que después de la boda todo eso terminara.
Al menos yo sí lo esperaba, porque comenzaba a volverme loca que siempre quisiera ir a comer a los restaurantes del centro de la ciudad en vez de dejarme comer el recalentado de la noche anterior como almuerzo.
O al menos, James y yo queríamos recuperarnos económicamente después del accidente.
Después de que Cristina comienza a inspeccionar los vestidos uno a uno, acepta que son iguales y comienzan a ajustar los últimos detalles para la gran fecha. Al menos yo y Amy, nos cambiamos lo más rápido que podemos y salimos del lugar tan rápido como podemos después de despedirnos de todas. Amy se despide de mi y cuando la veo irse, veo a su novio a la distancia esperando por ella.
Cuanto ha crecido.
Me dispongo a buscar el coche de James, y lo encuentro estacionado a fuera de la tienda corremos. Corro hacia el auto y me siento a un lado de James esperando a que arranca el auto.
— ¿Qué tal te fue?— escucho a James preguntar.
— Cristina cada vez pierde un poco más la cabeza.
James me mira y yo me cruzo de brazos después e haberme colocado el cinturón de seguridad.. Exactamente hace un mes y medio, la doctora por fin dijo que era momento para quitarme el yeso al igual que los puntos de la gigante herida en el estómago. En la parte del antebrazo había quedado una delgada y larga herida en donde abrieron para poder arreglar el hueso, pero la que me causaba un poco de conflicto e inseguridad era la del estómago, esa si que dejó una grande herida. Al igual que toda la situación.
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Enamorada para siempre.
Teen FictionGracias por lograr este sueño. Libro publicado en físico por la editorial sélector. "-¿Hasta que el destino nos vuelva a juntar? -Hasta el destino nos vuelva a juntar. Se prometieron sin saber, que un día el destino los iba a juntar sólo para hacer...