Courtney
Presente.
Otro día más aquí, me siento en el pasto como de costumbre mientras pongo las rodillas en mi pecho y abrazo mis piernas con un brazo. Mis manos se encuentra he inconscientemente, mis dedos comienzan a jugar con el anillo y el vacío de mi corazón vuelve a hacerse un poco más profundo.
Dejo caer la cabeza en mis rodillas y por primera vez en mucho tiempo, observo las flores que he dejado en el pasto: Blancas y amarillas, sencillas y hermosas, casi como mi vida hace tiempo atrás. Vuelvo a recordar lo triste qué es mi vida sin él.
Sigo mirando las flores hasta el momento en que levanto la mirada y veo su nombre escrito en lápida y la fecha exacta en que tuvo que marcharse, hace sólo unos días. Nuevamente, las lágrimas no tardan el volver borrosa mi visión y su nombre se hace borroso hasta el momento el que las lágrimas comienzan a resbalar por mis mejillas. Mi visión se torna borrosa al igual que él recuerdo de su cercanía y de la forma en la que me hacía reír y lo que hizo para que superara ciertos miedos.
Siento los sollozos ahogados en mi garganta y después de unos segundos, me pongo a llorar mientras oculto la cara entre mis brazos. Hace sólo unas semanas, todo parecía normal: todos estábamos completos, sanos, parecía que le estábamos ganando al mundo, yo no estaba a punto de perder mi empleo, nadie estaría tan estresado por mi culpa y lo peor de todo, Lucas seguiría diciéndole al mundo que se iba a casar.
Después de un largo tiempo en el que Lucas y yo no hablabamos gracias a su cambio de actitud y la forma en la que le gustaba humillarme con la apuesta, era raro que recordara que tenía un mejor amigo llamado Lucas "el chocolatito", hasta que después de un tiempo, nos encontramos en una fiesta de año nuevo, quizá tres años después. Pensé que iba a volver a burlarse de mí, pero en vez de eso, se quedo parado observándome hasta que tuvo valor para hablar y preguntar de mi vida, para que después terminara pidiendo perdón.
Realmente no me costó decir "te perdono" y sonreírle como en los viejos tiempos porque, no perdía nada si lo perdonaba pero lo perdía a él si le decía que no.
Las cosas entre nosotros cambiaron y hasta podría decir que volvíamos a ser el equipo mortal, sólo que con Cristina en la distancia... hasta hace cinco días en que todo se salió de control.
Lucas había pasado por mi al departamento para ir directo con Cristina y celebrar que Lucas ya no era un chico soltero y que también había superado a su dulce bombón. Me despedí de James que se encontraba revisando unos papeles y baje para entrar al carro de Lucas y comenzar a escuchar su historia con la emoción a flor de piel mientras veía a su chica y la tomaba de la mano, hasta el momento todo iba bien, él iba conduciendo y yo iba escuchándolo y riéndome de él, hasta que de un segundo a otro, todo se volvió negro y mi último recuerdo fue su sonrisa y sus ojos mirándola a ella.
Después de eso, al abrir los ojos, esperando seguir escuchando el relato de Lucas, desperté mirando un techo color blanco, conectada a varias máquinas, sin poder mover el cuello, con un brazo fracturado, el cuerpo adolorido y la cara llena de cortes y golpes como en todo el cuerpo.
Ciertamente estaba tan desconcertada que al intentar moverme, terminé lastimándome un poco más, haciendo que una herida en el abdomen comenzara a sangrar. Sí, comencé a llorar en el momento en el que vi a James con los ojos cansados y rojos y a Cristina llorando sin poder detenerse. No entendía nada de lo que pasaba e incluso me confundía mi estado, hasta el momento que decidieron hablar. Cristina me dijo todo: Se suponía que ibamos a pasar por ella, pero nunca llegamos porque habíamos tenido un accidente, un camión se pasó un alto por accidente y termino estrellándose con el auto en el que veníamos. Cristina volvió ahogarse en el llanto e incluso James se limpiaba las mejillas, sólo me confundían más hasta que ella finalmente dijo:
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Enamorada para siempre.
Genç KurguGracias por lograr este sueño. Libro publicado en físico por la editorial sélector. "-¿Hasta que el destino nos vuelva a juntar? -Hasta el destino nos vuelva a juntar. Se prometieron sin saber, que un día el destino los iba a juntar sólo para hacer...