STRANGER THINGS (Cancelada)

Chapter five: You're not crazy!

Segundo día de colegio.
Repasemos:
Me siento atraída por alguna fuerza sobrenatural situada por el bosque, casi me adentró en un mundo paralelo a través de un portal y escucho la.voz de una niña sin embargo no veo su silueta.

Todo normal.

Iba de camino a la escuela, no quería ni siquiera cruzarme con los chicos de las bicis.
Y si lo hacia, pensaba fingir que no los conocía.

Tenía que olvidarme de esto, si lo hacía, dejaría de hacer cosas tan raras.

Ayuda
Ayuda

La misma voz insistente en mi cabeza, debo aprender a ignorarla.

No puedo dejar que controle mis movimientos.
Proseguía​ mi camino y una incomodidad se hizo presente en mi cuando el rozamiento de las ruedas de las bicis contra la carretera se escucharon a mis espaldas.

Los chicos me cortaron el paso con sus bicis.

—Apartaos. —ordené. Se miraron entre ellos.—No lo repetiré.

Los chicos despejaron el camino y yo seguí caminando a un paso más acelerado.
Todos ellos se colocaron a mi lado a la vez que pedaleaban.

—Pad.— me llamó Mike. Ni siquiera le dirigí una mirada. —Pad, escucha. Nuestra amiga; Eleven...

—No sigas. No quiero que sigas. —les dije— De repente, llego aquí y me vuelvo loca. Esto no es normal.

—¡No estás loca!—exclamó Lucas.

—No me gusta la compasión, Lucas.—aclaré.

—¡Enserio! ¡Eleven tenía poderes!— paré de andar y los miré. Parecían que decían la verdad, pero...era imposible.
Seguí andando dando por hecho que no los creía.

—Venga Pad. Es verdad lo que dicen, yo me comunicaba con ella. Era como una voz...— dijo Will.

—¿Una...voz?— pregunté. Él asintió. —No puede ser, ¡Es imposible! Eso es cosa de películas.

—Sube. — dijo Mike a mi lado. Rendida, me subí a su bici y pedaleo hasta el colegio.
Cuando paramos, sentí como alguien me arrastraba hasta otra parte del colegio. El gimnasio.

Eran ellos.

Los matones.

—¡Anda!¡Pero si es la nueva!— se acercó uno de ellos. Parecía que él era el líder. —No nos presentamos la última vez. Soy Troy.

—Padme Petch. —me crucé de brazos.

—Padme...¿Querrías entrar a nuestro grupo?— sonrió arrogante. —Es una gran oportunidad.

Reí a carcajadas.

—¿¡Tu grupo!?  ¿Qué grupo? Grupo no se puede utilizar para dos personas. —él frunció el ceño— Que idiota...

—Tienes agallas. —dijo el otro. —¿Por qué no te quieres unir?

—Lo siento, yo ya tengo grupo.

Se escucharon unas risas justo detrás mía, eran los chicos burlándose de Troy y su amigo.

—¿Estos fenómenos?— preguntó Troy. Asentí.—Has caído bajo.

—Quizás, pero sigo estando más arriba que tú. —reí. —Patéticos. ¡Adiós!—exclamé.

Caminé hacia los chicos, cuando uno de ellos me agarró del brazo y me tiró al suelo. Una especie de fuerza sobrenatural lo estampó contra la pared provocando un quejido por su parte.
Todo estaba en silencio.
Los matones se retiraron y sorprendida miré a mis amigos.

—Yo...no se que...— comencé observando mis manos.

—No lo haces con las manos, —sonrió Dustin— Lo haces con la mente.