-¡Quédate quieta! -gritó Adrien.
-Nunca me cogerás -Marinette se burlaba mientras intentaba correr lejos de Adrien.
Deberían estar entrenando, pero pensaron en divertirse un rato.
Marinette tropezó con colchoneta y tiró a Adrien quien se encontraba enfrente de ella.
Al caer encima no pudieron evitar que sus miradas se perdiesen.
Inconscientemente iban acortando la distancia de sus labios.
En cuanto los labios rosados de la chica rozaron los labios del chico una voz hizo que se separaron.
Ambos tenían la respiración agitada por los nervios.-¿Qué estaban haciendo?
-Entrenando
-Ya. ¿Y entrenan sentados? -se levantaron rápidamente-. El Maestro Fu quiere verlos
-Ok. Ahora vamos Pollen
Los dos dejaron la estancia muy avergonzados.
Un silencio un poco incómodo se creó.-L-lo s-siento -dijo la oji-azul.
-No. Él que debería sentirlo soy yo
Llegaron a la puerta y tocaron.
-Adelante
-Nos quería ver Maestro
-Así es
-¿Para qué?
-Para esto -en una pantalla aparecieron como habían entrenado estas últimas semanas y lo último que salió fue lo que acababa de pasar ahora hacía unos minutos-. He visto que habéis mejorado mucho con vuestra relación, incluso parecéis pareja
Cada uno desvío la mirada al lado contrario.
-Marinette, quiero hablar un momento con Adrien, ¿te importaría?
-Adrien te veo abajo. Adiós Maestro Fu
Una vez fuera, recordó que había estado a punto de besar a Adrien. Su corazón empezó a palpitar muy rápido.
-Estuve a punto de...
-Besarlo
-Tikki, que susto me has dado
-Perdón. Quiero que sepáis que no lo hemos visto Pollen y yo, sino que también lo ha visto Dussu, Trixx, Wayzz y Plagg
-¿C-cómo?
-Así como lo oyes
-Pero cómo me meto en estos líos
🤓🤓🤓
-Papá, mamá ya llegué
-Hija
-Papá
-Tu madre salió está tarde a comprar harina y azúcar, han pasado tres horas y no vuelve a casa ni coge mis llamadas
-¿Has ido al supermercado?
-Si y la he buscado por todos lados, pero no hay rastro de ella
-Voy a dejar esto a mi habitación y si quieres ahora vamos a buscarla por aquí
Cuando la peli-azul subía las escaleras su teléfono empezó a sonar.
Su padre se giró con la esperanza de que fuese su mujer.-¿Adrien?... No y mi madre no está en tu casa... Mi padre dice que fue al supermercado... Vale... Si hay noticias yo te llamo o tú me llamas a mí... Hasta luego