Día 3:
Otra noche más en esa fábrica vieja.
-Marinette despierta -Adrien la zarandeó un poco y al cabo de unos minutos la azabache abrió los ojos.
-¿Ya? -no pudo evitar bostezar.
-Si debemos continuar. Sé que debes estar cansada, pero esto terminará tarde o temprano
-Vale, pero prométeme una cosa
-¿Qué cosa?
-Prométeme que no vas a volver a dejarme sola en ningún momento. Te necesito y ahora todavía más
-Te lo prometo princesa -Adrien se levantó y le tendió la mano para ayudar a levantarla.
-Estoy agotada
-Solo hay que hacer un último esfuerzo
🤓🤓🤓
-¿Tú crees que la desaparición de sus madres tenga que ver con lo que fuese que hicieran cada tarde? -Alya caminaba de un lado a otro poniendo más nervioso a Nino.
-No lo sé. Seguro que cuando vuelvan nos darán una explicación, pero podrías estarte quieta un segundo
-Estoy preocupada por nuestros amigos
-Yo también. Debemos confiar en ellos
-¿Confiar en ellos? ¿Acaso no ves que nos están ocultando un montón de cosas?
-Si y sé que tendrán un motivo
-Yo creí que Marinette era mi mejor amiga
-Y lo sigue siendo
🤓🤓🤓
-¿Escuchas eso?
-Si, creo que son pisadas
-Vamos a escondernos
Entraron en un cuarto oscuro.
🤓🤓🤓
-Nino
-Dime -dijo Nino cansado, ya que Alya le había dado la lata durante todo el día.
Ahora caminaban hacia la casa de la morena.
-¿Te parece ir esta tarde al cine?
-Si tú pagas me apunto
-Pues pásame a buscar a las seis de la tarde. Hasta luego Nino
-Hasta luego
El moreno iba distraído y chocó con una persona.
-Upss... Lo siento, no me fijé por donde iba -se disculpó con Nino.
-No te preocupes. Yo tampoco me fijé por donde caminaba. Tres días sin dormir no le hacen bien a nadie -dijo una chica de pelo anaranjado