El rostro de Marinette se estaba volviendo cada vez más pálido y su respiración era entrecortada.
-Marinette, ¿estás bien? -Adrien cogió su cabeza y la puso sobre sus piernas.
-A-adrien m-me d-duele el p-pecho -cerró los ojos.
-Tranquila, ahora mismo nos vamos al hotel. Mari, Mari -le dio unas palmadas en su rostro para ver si abría los ojos, pero no consiguió nada.
La cogió a volandas y sin avisar a nadie empezó a correr hacia el hotel. Nada más salir de esa calle vio un taxi estacionado, se subió a el y le dio la dirección al conductor para llegar lo antes posible.
Antes de bajarse le pagó al señor y volvió a coger a Marinette subió a la habitación de Alya y Marinette.
La dejó en la cama y llamó a la señorita Bustier, la cual acudió rápidamente.
Marinette tenía fiebre, así que le pusieron unos paños con agua en la frente.
-Si... Nosotros ya estamos en el hotel... Mari se puso mala... No te preocupes tiene fiebre, pero seguro se le baja la temperatura pronto... Esta bien
El rubio cortó la llamada.
Estaba hablando con Nino.
-¿Qué tal está? -preguntó Adrien preocupado.
-Todavía tiene algo de fiebre, pero está mejor. Mañana seguro amanece como nueva y podrá viajar con nosotros. ¿Como ocurrió esto?
-Ohhh... pues la verdad... nosotros estábamos afuera y de un momento a otro ella dijo que se encontraba mal... entonces perdió el conocimiento
-¿Y estos rasguños?
-S-seguro que se los hizo e-ella sin querer
-Ok. Quédate con ella por el momento
-Señorita Bustier... -la nombrada se giró para verlo- ...¿podría dormir con ella aquí?
-Si su compañera de habitación acepta, sí que puedes
-Gracias
🤓🤓🤓
La puerta de la habitación se abrió con tanta fuerza que hizo demasiado ruido.
Adrien, quién se encontraba en una silla dormido, se levantó asustado y tiró la silla hacia atrás.
-Lo siento yo no quería hacer tanto ruido -dijo Alya.
-Hey! Bro, ¿qué tal sigue?
-Mejor, pero todavía tiene algo de fiebre. Alya, ¿te importa que quede con ella hoy aquí?
-Claro que no, pero acuéstate en mi cama para que descanses mejor. Yo voy a coger mi maleta y ahora te traemos la tuya para mañana.
-Vale, muchas gracias
La pareja de menos salieron de la habitación.
-Mari, despierta -él acarició su pelo y apartó unos mechones de su rostro.
La noche transcurrió muy tranquila, Adrien dormía plácidamente cuando escuchó la voz de Mari.
Por lo que parecía, ella estaba teniendo una pesadilla.
El rubio se sentó en la cama de ella.
-Tranquila, yo estoy aquí -dijo él y de repente Marinette se levantó de golpe y sudando.
-¿Qué ha pasado? -preguntó algo desorientada-. ¿Y dónde estamos?
-Shh... Estamos en el hotel, ¿te acuerdas de algo de lo que sucedió fuera de la discoteca?
-Ehh... lo último que recuerdo es que tras rozar nuestras manos, una onda me lanzó lejos de ti
