Capitulo 13: Buscado.

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Los días avanzaron con rapidez, a poco mas de dos semanas de haber iniciado el viaje el grupo de Kein llego al condado fronterizo de Demea, el país en el que se encontraban y pronto llegarían a Ariba, país vecino al que tenían como destino.

La joven noble tenia la tarea de entregar un paquete al terrateniente de ese condado. Sin embargo, gracias a la rapidez con la que avanzaban, llevaban cuatro días de adelanto, así que el grupo de escolta propuso concertar una nueva cita con el señor.

—Imposible —les respondió Marie.

La chica sostenía en sus manos un pequeño libro mientras, sentada sobre una tela puesta en la hierba, bebía te preparado con las hojas que habían tomado prestadas Kein y Nierya. Había sido idea suya descansar ahí, de hecho les insistió mucho, su excusa era que estaba harta del carruaje.

—Tardaríamos más así. El solo hecho de hacerle llegar una carta o concretar una audiencia tomaría más de una semana —continuo.

—¿Y si simplemente esperamos? No me importaría estar un poco más de tiempo aquí —pregunto Kein desde la orilla del río.

No llevaba puesta su mascara ni capucha, ya que en ese lugar solamente se encontraban ellos cinco y desde ahí podían ver a cualquiera que se acercara desde antes que la otra parte los viera

—¿Un pequeño descanso? No suena mal para mi —dijo Nierya.

Ella, Kein y Ci estaban en medio de un concurso de pesca en el río. Aunque la chica podía sacar  fácilmente a los peces del agua, le fue prohibido por el bien de la sana competición.

—Hay un festival en un pueblo cerca de aquí —respondió Zalia, agitando en el aire un trozo de papel.

Ella se encontraba recostada sobre la hierba con una mano bajo su cabeza, descansando. A su lado, sentado sobre una roca, estaba Leyi.

—¿De donde sacaste eso? —pregunto Leyi, frunciendo el cejó.

—Lo tome de un poste mientas veníamos, pero en fin, ¿quieren ir o no?

—Yo voy, no veo porque no —contestó de inmediato Ci.

—Nunca he estado en uno, puede ser divertido —dijo Marie, cerrando el libro y poniéndose de pie—. Aun así necesitare una peluca para disfrazarme, sería malo ser reconocida.

—Bueno, yo-yo creo que sería bueno —se apuntó Nierya.

—Y con eso están las chicas. ¿Ustedes que dicen?, ¿Leyi? ¿Kein?

—Yo no voy. —Kein saco el anzuelo de su caña para revisarlo, estaba vacío.

—¿Porque no? —le pregunto Marie.

—Seria malo si alguien viera mi cabello y ojos, y no puedo llevar la máscara o capucha porque seria demasiado extraño y atraería a los curiosos, lo que podría ocasionar problemas con la misión —contesto Kein, arrojando se nuevo el anzuelo.

—Concuerdo con Kein —intervino Leyi—, no creo que sea buena idea entrar en un lugar lleno de gente, la protección del objetivo en ese caso seria casi nula.

—Pero si yo digo... —empezó Marie, pero Leyi la acalló con la mirada.

—Lo siento señorita, pero usted no fue quien pago por nuestros servicios —dijo Leyi y saco una hoja de su capa—. Su padre dio la orden de que su seguridad era lo mas importante, aunque no concordara con sus deseos. Así que no, nada de festivales.

—Aguafiestas —murmuro Zalia.

—Kein —llamo de pronto Leyi—. Ponte tu disfraz, alguien viene.

Theria Volumen 0. 0: El niño de cabello violeta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora