Capítulo 11.

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Luego de tenerlxs abandonadxs por varias semanas.. ¡¡Regresèeee!!

Los extrañè un montón, en serio  :3  Asì que volví con doble actualización..  :D

¡¡¡LXS AMOOOOOO!!!





- ¿Qué crees que haces?

- Voy a Italia.- dijo cortante, mientras seguía metiendo ropa en una de sus maletas.

- No irás a ningún lado, Se Hun.- advirtió Chan Yeol, tomándolo de las manos. - Te quedarás aquí, con tu familia.

Se Hun trató de soltarse del agarre de su hermano. Tenía una clase de ataque de nervios. Chan Yeol lo tomó de los hombros y lo besó. Increíblemente el rubio fue tranquilizándose. Esos pequeños besos al principio inexistentes, se habían ido convirtiendo de a poco en algo constante entre ellos, llegando ahora a ser infaltables.

- ¿Por qué sigues besándome?.- murmuró el rubio un poco más tranquilo.

- Si te molesta,..

Chan Yeol sintió como su hermano apoyaba la frente en su pecho y suspiraba.

- No me molesta y lo sabes. Pero somos hermanos y..

- Y eso no nos importó aquella vez. A ninguno.

- Sí. Y no debió pasar, lo sabes.

- Si esperas que diga que fue un error. Tendrás que esperar sentado lo que te reste de vida, porque no lo voy a hacer, Se Hun. Y estoy seguro que Kai piensa igual que yo.

El rubio guardó silencio. El mismo se contradecía. Estaba claro que eran hermanos, pero le gustaba que Chan Yeol lo besara a diario. Hasta ese momento nadie había hablado de lo que había pasado entre ellos aquel día. Increíblemente las cosas entre ellos no habían cambiado de manera negativa, tal como el menor lo había pensado, sino todo lo contrario; Chan Yeol y Jong In se habían vuelto mucho más atentos y cariñosos con él. Tanto que sus padres lo habían notado y comentado en algún momento, pero a ninguno pareció molestarle. Por eso Se Hun pensaba que en realidad no era tan malo como parecía.

En ocasiones se lamentaba por no poder ver a sus hermanos como lo que eran: sus hermanos.

Jong In siempre mantenía activo su papel de hermano mayor protector y atento con él y Chan Yeol. Aun así los trataba y consentía de distinta forma. El trato era diferente y evidente para él. Tal vez fuera porque después de trece años volvía a reencontrarse con sus hermanos y ahora no podía hacer nada él sólo, no podía ir a ningún lugar si no era acompañado por los dos hermanos o alguno de ellos.

Tal vez si regresaba a Italia y hablaba seriamente con Paolo reconsiderando su relación con Hugo..

- Debo ir a Italia, Chan Yeol. Tengo que arreglar algunos asuntos y ver que todo vaya bien en la casa del abuelo.

- No me mientas, por favor.- pidió estrechando el cuerpo de su hermano menor entre sus brazos. - Quieres ir a ver a Paolo, ¿no es así?

Se Hun suspiró y asintió con su rostro pegado al pecho del menor. Escuchando el latido de su corazón.

- ¿Por qué si lo amas y él te ama también está con alguien más?

El mayor pareció pensar y recordar lo que tal vez fuera la peor estupidez que hubiera hecho nunca.

- Porque yo se lo pedí, Yeol.

El pelinegro rio con pena.

- Eres un grandísimo idiota, Hunnie.- dijo cariñosamente, llamándolo así por primera vez. Besó la coronilla de cabello del rubio.

- No lo soy. Yo sabía que tarde o temprano tenía que volver, heme aquí.- se separó del cuerpo del mayor y se sentó en la orilla de la cama. - No podía sólo venir y vivir mi vida como si él no existiera.

- Puedes pedirle que venga y no sé..

- Él adora Italia, no sería feliz aquí a costa mía. Tengo que verlo y dejarlo ir.

Una idea pasó por la mente de Chan Yeol.

- Bien. Ve a Italia. Ve a verlo y despídete de él.- se agachó y besó de nuevo la boca de su hermano menor y caminó hacia la salida de la habitación. Eso se estaba volviendo una costumbre cuando estaban solos. - Le diré a papá que tienes que viajar allá. Jong In y yo te acompañaremos.





Los cuatro hombres cenaban en silencio, cada quien con sus problemas o asuntos en mente. Chan Yeol le había dicho que Se Hun tenía que regresar a Italia por unas cosas que había dejado pendientes y que él y Jong In lo acompañarían durante unos días. Le había dicho que no había problema, sólo que esperaran a que pasara la cena de la empresa, pues toda la familia debía ir junta. Presentaría ante los otros socios a Se Hun, quien ahora también tenía acciones en la empresa al igual que sus dos hermanos.

Notó que Chan Yeol y el mayor de sus tres hijos observaban discretamente con atención a Se Hun; Quien sólo movía la comida con el tenedor de un lado a otro. Lo había notado distraído desde hacía unos pocos días. Quería preguntarle qué era lo que pasaba, pero no quería verse entrometido con la vida de sus hijos, sólo quería saber si podía ayudarlos de alguna manera.

No terminó su comida. Se puso de pie y fue hacia Se Hun.

- Tienes que comer algo - susurró de manera que sólo él lo escuchará -, tus hermanos te están observando todo el tiempo y te obligarán a que no te levantes de la mesa hasta que no comas al menos la mitad de la comida.

Se Hun que al principio se había visto sorprendido de sentir y escuchar a su padre a un lado, ahora sonreía avergonzado por sus palabras. Luego llevó un pedazo de verdura que tenía en el plato.

El hombre conforme con el acto del rubio, besó la mejilla de su hijo. Luego besó al Chan Yeol y por último al mayor. Les dio las buenas noches, despidiéndose de ellos para subir a la habitación donde ya descansaba su esposa.

- ¿Tienes uno de esos cigarrillos?.- se escuchó preguntar a Se Hun.

Chan Yeol lo miró pidiéndole en silencio que no dijera nada. Jong In veía a uno y luego al otro, tratando de entender a lo que se refería el menor. Asintió sin siquiera haber decidido el contestarle.

El rubio retiró los platos de cada uno sin terminar y los llevó a la cocina. El moreno lo seguía con la mirada puesta en él.

Regresó a la mesa y tomó de la mano a Yeol, entrelazado sus dedos. Le hizo una señal al mayor y éste los siguió en silencio.



- Mamá quiere que lleve a la hija de los Park a la cena de cada año.

- Le dije que no tenía que pedirte ese tipo de cosas.- dijo el rubio sentándose inmediatamente luego de escuchar al moreno.

- Ya la conoces.


- No tienen que buscar una cita para ir a la cena, yo seré su cita. De ambos.- exclamó el rubio sentado en el piso de la terraza junto a sus hermanos. - No importa lo que diga mi madre, prométanme que no llevaran a nadie más.

Se Hun había cruzado sus piernas en forma de loto, viendo al pelinegro y al moreno. Jong In dio una calada al cigarrillo.

- Mamá se molestará por eso, pero no hay problema de mi parte. Puedo compartir mi cita con mi hermano menor.

Se Hun lo miró mientras sonreía, feliz por eso. 

No pediré perdón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora