Capítulo 24.

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Jong In de pie frente al ventanal del comedor, tenía sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón de pana negro y su suéter de algodón color caqui.

El invierno llegó mucho más rápido de lo que él y sus hermanos habían esperado.

La nieve cubría toda la superficie del suelo y las copas de los árboles de aquel lugar. La noche anterior terminando de comer, Se Hun los había sorprendido diciéndoles que tenían cuarenta minutos para empacar ropa abrigadora y caliente para tal vez un par de semanas y sin decir nada más. A los veinticinco minutos ya estaban subiendo las maletas en la cajuela del coche, el menor al volante con el motor encendido y una traviesa sonrisa.

Belluno era una pequeña y hermosa ciudad de la región Veneto. En años pasados había ganado varias veces el título de "ciudad más vivible de Italia". Ganó gracias a la calidad de la vida en la ciudad, la pureza del aire y como consecuencia la menor contaminación atmosférica. Desde toda la ciudad se podía gozar de un bellísimo panorama de montaña. Las cimas alrededor protegen Belluno de los vientos fríos del norte. Al sur está rodeada por colinas, entre las cuales las más famosas son el Nevegal y el Col Visentin, famosos pueblos donde el turismo es más bien invernal que de veraneo.

Sappada es un pueblo de montaña y está en la provincia de Belluno. Ahí es donde estaba la casa de Jong In.

El moreno escuchó tras de él las risas de sus dos hermanos menores; giró el rostro viéndolos llegar. Chan Yeol iba detrás de Se Hun con sus manos alrededor de la cintura y su rostro enterrado en el cuello de éste. El menor reía a causa de las cosquillas que Chan Yeol le provocaba.

- Y bien.. ¿Te gusta?

Se Hun tallaba las palmas de sus manos sobre las del pelinegro intentando calentarle las manos un poco más. No hacía mucho habían llegado a la casa y encendido la calefacción.

- Bromeas, ¿Cierto?.- sacó una mano de los bolsillos y señaló hacia afuera. – Es.. el mejor lugar que he visto en mi vida. Quiero decir, he visto lugares nevados realmente hermosos; Pero esto.. es Italia, ¿están de acuerdo?

Chan Yeol se acercó al moreno aun con Se Hun entre sus brazos para admirar el lugar. Jong In tenía razón,.. aquel lugar entre las montañas era mágico, único y perfecto.

- ¿Ahora comprendes por qué no quise que viniéramos antes? Debíamos esperar a que comenzara a nevar para poder apreciar Sappada en todo su esplendor.

- Y que yo volviera de Corea.- terció Chan Yeol.

- Exacto.- Se Hun le tomó la barbilla y movió el rostro hacia él, para besarle los labios. - Presentar tus últimos exámenes era más importante.

Jong In sonrió contento. Se sentía completamente feliz. Él era feliz y el ver a sus hermanos serlo de igual manera era algo que lo ilusionaba y lo hacía sentir plenamente feliz y orgulloso de lo que los tres habían construido.

Llevó la mano a tocar el cabello de Se Hun, pasando sus dedos entre las oscuras hebras. Su cabello había sido teñido nuevamente, luego de que él y Chan Yeol comentaran una vez que les encantaría verlo alguna vez con el cabello negro. Asegurando ambos que seguramente se vería extremadamente sexy. Se Hun simple y sencillamente había cumplido sus deseos sin rechistar, y efectivamente tenían razón,.. Se Hun se veía jodidamente caliente y sexy con aquel negro noche.

- Mañana podemos ir a Neverland a esquiar o ir al Kinder Park a hacer un muñeco que nieve y lanzarnos algunas bolas. También podemos rentar un trineo de motor y dar la vuelta por ahí.

Se Hun se soltó del abrazo del pelinegro, pasó sus manos alrededor de la cintura de Jong In y dio un beso en su mejilla.

- O.. se me ocurren un par de cosas mucho más interesantes y divertidas, pequeño.

Aquella chispa que se asomaba a los ojos del moreno cuando se hacía referencia a su intimidad, se hizo presente al tiempo que una media sonrisa completaba aquel efecto.


No pediré perdón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora