Capítulo 26.

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Se Hun frente a la cajuela del coche revisa que todas las bolsas de compra que tuvieron en Sappada estén ahí. La última vez que viajaron ahí, a Chan Yeol le habían gustado varias cosas que vio en algunos negocios de la ciudad, pero que no compró porque el menor de ellos le prometió un excesivo y asombroso regalo de cumpleaños.

Un par de manos rodearon la cintura de Se Hun con firmeza y unos labios besaron la nuca de su cuello.

- ¿Llevas todo, cielo?

- Mmm.. Creo que sí.- mordió su labio inferior como si no estuviera seguro. – Revisé la casa y no hay bolsas por ahí.- se giró hacia el moreno quedando sus rostros de frente. - ¿Encontraste algo más allá dentro?

Jong In negó.

- No, Se Hun. Todo está ahí dentro, milagrosamente.

- ¿Y si olvido algo?

- Tranquilo. No lo haces.- dio un rápido beso a su hermano. – Y si así fuera, la próxima vez que vengamos con Chan Yeol, se lo entregas. ¿Bien?

Una linda sonrisa atravesó los labios del menor y se abrazó con fuerza al contrario.

- Te amo tanto, Jong In.- dijo y luego suspiró lento.

El moreno besó la frente del menor, luego acercó sus labios su oído.

- No mucho más de lo que yo te amo, cariño. Eres.. la persona adecuada y perfecta para mí. Eres mi aire, mi sol, mi fuerza, mis ganas de vivir, mi cielo lleno de estrellas. Eres el único ser que irradia luz propia en éste mundo tan oscuro. Tú y Chan Yeol son mi vida entera, Se Hun.

Se Hun alejó su rostro sólo un poco para poder ver el de su hermano. Vio sus ojos oscuros brillar llenos de sinceridad, emoción, amor.. Y reafirmó que su lugar era al lado de él y de Yeol. De sus hermanos. Juntó inmediatamente sus labios con los del mayor en un beso lento pero ansioso. Un beso en donde quería transmitirle todo el amor, la seguridad, la confianza, la felicidad, la plenitud que sentía a su lado.

- ¡Espera! ¡Los regalos de Matteo!

Jong In asustado por un momento, al siguiente empujó al menor lejos de él.

- Eres un idiota, Se Hun.

Se Hun riendo fuertemente y medianamente doblado hacia adelante por la risa, perdió el equilibrio, cayendo de lado dentro de la cajuela del coche.

- Y también un imbécil.

- Sí, sí, soy un idiota y un imbécil. Pero el idiota y el imbécil al que amas.

Se Hun dejando de reír pero con una sonrisa en los labios fue a donde el mayor. Acercó su rostro al contrario y rozando su nariz por él, se movió hacia su cuello, donde notó cómo aquella piel morena se estremecía y se ponía chinita. Estaba provocando a Jong In y eso le encantaba. En cierto momento se le ocurrió morderle levemente el cuello y pasar su lengua después.

Y eso fue todo. Jong In lo tomó de las caderas y las levantó para chocarlas contra la ventanilla cerrada del coche. Los dos se besaban con infinita ansiedad, las manos del mayor presionaban con fuerza la suave y blanca piel contraria, enterrando las yemas de sus dedos en ella. Se Hun soltó la carnosa boca de su hermano llevando hacia arriba su rostro, cerró los ojos y entreabrió la suya cuando sintió los dientes de éste enterrándose en la sensible piel de su cuello.

Las fuertes manos de Jong In habían soltado sus caderas, desapareciendo también la sensación en su cuello.

- ¡Espera! Chan Yeol nos está esperando en casa para comer. ¡De prisa!

Perdió el equilibrio cuando sus pies tocaron el suelo al tiempo que observaba fijamente la espalda del moreno mientras abría la puerta del conductor. La cara de SeHun era completamente un poema. Lo miraba asombrado, incrédulo, excitado y.. bastante molesto.

- ¡¡¿Quién es ahora el idiota e imbécil aquí, ¿eh?!!

Pero sólo la armoniosa y divertida carcajada de Jong In resonó en el aire.




NOTA:    Ahora sì.   La historia està en la recta final. Quièranme u odienme...

No pediré perdón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora