Cara o cruz 2 (Luke Hemmings y Calum Hood)

Aléjate.

Narrador externo.

Tras una semana bastante monótona en la que simplemente iba a la universidad y volvía a casa a estudiar, por fin ha llegado el viernes. En cuanto ha acabado su mañana de clases ha vuelto a casa para pasar parte de su tarde con Emma, pero en cuanto llega ella le dice que debe irse urgentemente, por lo que pasará la tarde sola. 

Hoy se siente con más energía y con muchas más ganas que los días pasados, tal vez sea la idea de la fiesta y la posibilidad de poder desconectar de verdad del mundo, lo que haga que todo le parezca mucho más bonito de lo que es.

El miércoles decidió contratar un nuevo número de teléfono para alejarse de la tentación de llamar a Calum o a Luke y sobre todo de evitar contestar a sus llamadas, pero a pesar de eso, hoy le apetece encenderlo de nuevo y como lo suponía tiene varias llamadas perdidas, pero no solo de ellos, también del resto de los chicos y de Patri. Se fija en la cantidad de  llamadas de Calum los últimos días, debe tener 20 como mínimo en solo dos días. ¿Le habrá pasado algo? Seguramente no, si así fuera Emma se lo habría contado, así que deja de nuevo el teléfono sobre la mesita de noche y decide ponerse a ordenar su armario. Sigue teniendo demasiadas prendas de ropa de Calum allí dentro y en realidad no tiene ganas de seguir viéndolas cada vez que lo abre. Camina por la habitación hasta tener de nuevo su antiguo teléfono en las manos. Espera que esté despierto. Suenan un par de pitidos antes de que se produzca una respuesta.

- Hola...

- ¿Estabas durmiendo?

- Sí, pero bueno de todas formas tendría que despertarme ahora, ¿a qué se debe tu llamada?

- ¿Me podrías dar la dirección de la casa en la que estéis en Londres?

- ¿Por qué? ¿Vas a venir?

- No.

- ¿Entonces?

- Tengo ropa de Calum en mi habitación y preferiría no seguir teniéndola.

- ¿Por qué no se la llevas a su casa?

- No me parece buena idea.

- Bueno, te enviaré un mensaje más tarde con la dirección.

- Vale, gracias Michael, hablamos otro día ¿vale?

- No, no, espera un momento.- Ella hace lo que dice y espera paciente al otro lado del teléfono hasta que escucha una respiración nerviosa.

- Michael, ¿estás bien?

- No... No soy Michael.- Se queda callada, no puede ser.- ¿Cómo estás?

- Voy a matar a Michael.

- No se lo tengas en cuenta, ¿estás bien?

- Sí Calum, estoy bien, ¿y tú?

- También, tengo algo importante que decirte.

- Tuviste varias oportunidades para decirme cosas y las desaprovechaste.

- Lo sé, pero necesito que me escuches, aunque prefiero decírtelo en persona, ¿vendrás a los últimos conciertos?

- No, no iré.

- ¿Por qué no? Por favor, aunque sea solo un días.

- No voy a ir Calum.

- Necesito que vengas.

- Estoy conociendo a alguien, no creo que sea buena idea.

- ¿Cómo? ¿Ya estás con otro?

- No, no estoy con otro, simplemente estoy conociendo a un chico de mi clase.

- ¿Te gusta?

- Es simpático.- Calum se ríe.

- ¿Por qué intentas olvidarnos con otro chico? Sabes que no te va a hacer sentir como nosotros.

- Es verdad, pero tampoco me va a hacer tanto daño.

- Por favor, ven a los conciertos.

- Por favor, deja de llamarme, quiero olvidarte y no me ayudas.

- Yo no quiero que me olvides.

- Deberías hacer lo mismo.

- Aléjate de ese chico.

- No me voy a alejar, esta noche quedé con él.

- ¿Una cita?

- Algo así.- Calum suspira y cuelga sin decir nada más. Ella se queda sin respiración, estaban a punto de ponerse a discutir y una parte de su cuerpo deseaba hacerlo, deseaba seguir escuchando su voz aunque fuera por estar enfadado.