Cara o cruz 2 (Luke Hemmings y Calum Hood)

Me gustas.

Narra Valerie.

Una vez dejo las cervezas sobre una pequeña mesa que hay en la habitación, me doy cuenta de que Nathan acaba de cerrar con pestillo la puerta de la habitación y por un segundo tengo miedo, en realidad no lo conozco tanto como para saber que no es un psicópata. Él se gira y me guiña un ojo, Dios se parece tanto a Luke y a Calum, para, no debería estar pensando en ellos, si no en la razón por la que él cerró la puerta.

- ¿Por qué cerraste?

- No quiero que nos molesten.

- ¿Y es necesario poner el pestillo?

- ¿Tienes miedo?- Nathan me mira seductor, mientras se acerca.- Ya te dije que no íbamos a hacer nada que tú no quisieras.

- No quiero hacer nada.

- Pues no haremos nada entonces, solo hablar.- Asiento y él se sienta sobre la cama, da un par de golpecitos sobre el colchón para que yo haga lo mismo y me ponga a su lado.- ¿Lo estabas pasando bien?

- Creo que un poco mejor de lo que pensaba.- Él sonríe, tiene una sonrisa tan parecida a la de Luke que no puedo evitar sonreír al mismo tiempo que él. Me ofrece una de las cervezas y doy largo sorbo para quitarme la imagen de Luke de la cabeza.

- Como sigas bebiendo así tendré que bajar a por más bebida.- Sigue sonriendo, parece que nunca se cansa de hacerlo.- ¿Por qué me miras así?

- Tienes una sonrisa muy bonita.

- Gracias, tú también.- Él me guiña un ojo y sin saber por qué noto como me sonrojo. ¿Puede que me esté empezando a gustar este chico? Empezamos a hablar de tonterías mientras él aprovecha de vez en cuando para acariciarme o acercarse un poco más a mi, el líquido que contenían los botellines baja demasiado rápido, así que él se ofrece a ir a por más. Mientras tanto decido meterme un poco en twitter para no aburrirme, pero en realidad ha sido la peor opción que podía haber escogido. 

Mis menciones están llenas de imágenes de Calum besándose con una chica en una discoteca, y poco después él aparece en el taxi acompañado de otra chica completamente distinta. Él lleva su mano apoyada en la pierna de la chica, demasiado arriba para ser solo amigos y ella sonríe como si le hubiera tocado la lotería. Los celos me invaden, sin duda nunca podré librarme de Calum ni de mis sentimientos por él. Noto como un par de lágrimas resbalan por mis mejillas y al mismo tiempo escucho como de nuevo se cierra la puerta de la habitación, demasiado tarde para intentar que no se note.

- Hey, ¿qué te pasa?- Nathan deja las botellas corriendo en la mesita y se sienta a mi lado pasando un brazo sobre mis hombros.- ¿He hecho algo malo?- Yo niego con la cabeza.- No llores por favor. Todo estará bien ¿vale?

- Tú no tienes ni idea.

- Eso es cierto, pero me imagino que estas lágrimas repentinas tienen que ver con algún chico y si te hace llorar así no te merece.- No digo nada, simplemente apoyo mi cabeza sobre su hombro.- Yo nunca te haría daño ¿sabes? Conmigo serías feliz.

- ¿Qué? ¿Por qué dices eso?- Él acaricia mi mejilla con cuidado quitando las lágrimas.

- Quería separarte del resto para decirte que en realidad me gustas y no sé...Podríamos intentarlo.

- ¿Qué? No... 

- Puede que no sientas nada especial, pero podríamos crearlo, yo creo que hay algo especial entre nosotros y tal vez esto te haga olvidar a ese chico.- Puede que él tenga razón ¿y si esto es lo que necesito? Calum parece haber pasado página aunque solo fuera un polvo de una noche y Luke, en realidad no sé nada de él pero últimamente casi no está en mi cabeza, tal vez Nathan sea mi vía de escape, tal vez él sea el que me aleje de toda esta locura, tal vez él sea el billete que me aleje de la absurda moneda que no para de girar sin decidirse hacia que lado caer.