Narra Valerie
Mi sueño se aleja tanto de la realidad que ni siquiera sé como me parecía posible que estuviera pasando. Ayer Luke simplemente me acompañó en silencio, como quien va acompañado por su sombra, aunque yo tampoco intenté hablar con él.
Calum acaba de salir del baño, peinado y vestido, perfecto como siempre y yo todavía estoy en pijama en la cama.
- ¿No tienes pensado levantarte?
- La verdad es que no tengo muchas ganas.
- ¿Te encuentras mal?- Yo niego con la cabeza y Calum se sienta a mi lado en el borde la cama, besa mi frente y me acaricia la mejilla.- Estás preciosa recién levantada.
- No mientas.- Él se ríe todavía con la voz algo ronca de dormir.
- ¿A dónde fuiste ayer por la noche? Me desperté y no estabas.- Yo suspiro, tenía la esperanza de que él no se diera cuenta.
- Necesitaba salir.
- ¿Y fuiste a pasear?
- Sabes perfectamente a donde fui.- Calum se aleja un poco de mí, dobla un poco su cuerpo hacia delante y apoya la cabeza en sus manos mientras bufa.
- ¿Por qué? Minutos antes yo estaba llorando en tu hombro precisamente por eso. ¿Por qué lo hiciste?
- Necesitaba hablar con él.
- ¿A esas horas?
- Acababa de acostarme contigo, tenía que decirle que se acabó.
- ¿Cómo?- Calum levanta la cabeza y me mira con los ojos llorosos.
- Que le tenía que decir que se acabó, que te quiero a ti.
- ¿Entonces no pasó nada?
- ¿Qué? Claro que no, ¿cómo puedes pensar que iba a hacer algo con él después de estos días contigo?
- Porque aún no tenemos nada oficial.
- ¿Tú te acostarías con otra?
- Claro que no. Yo te quiero.
- Pues lo mismo te digo.
- ¿Entonces se acabó? ¿Luke está fuera?
- Sí.- Calum sonríe y me abraza con fuerza.
- Me matará por haberle mentido.
- Seguramente, no deberías haberlo hecho.
- Pensaba que era lo mejor.
- Mentir nunca lo es.- Calum se aleja de nuevo de mí y sujeta mis manos entre las suyas.
- Ahora que Luke está fuera de juego, que tú y yo estamos juntos en Paris y que nos acabamos de despertar después de tener sexo, quiero preguntarte algo.
- Dime.- Calum se queda en silencio unos segundos mirándome sonriente.
- ¿Quieres desayunar aquí o en Milán?
- ¿Qué?- Yo quito mis manos de entre las suyas y le doy un pequeño empujón haciendo que su espalda toque la cama unos segundos antes de que se vuelva a incorporar.
- Oye, que es una pregunta muy seria.
- Eres imbécil.
- Pero me quieres.
- Por desgracia.- Calum sonríe y besa mis labios cortamente.
- ¿Te imaginas contar dentro de unos años que te pedí que fueras mi novia cuando estabas recién levantada, completamente despeinada, desmaquillada y en pijama, con una gran sonrisa signo de que la noche anterior tuviste uno de los mejores orgasmos de tu vida y que fue justo después de que me empujaras por hacerte reír en una habitación de hotel de París?
- No.- Ambos nos reimos.
- Pues lo tendrás que hacer. ¿Quieres ser mi novia?
- Por supuesto. Y creo que va a ser la historia perfecta.
- Toda nuestra historia lo es.
- No, no lo es y lo sabes.
- Lo es, porque todo eso nos llevó a estar como estamos ahora.
- ¿Locos?
- Enamorados y disfrutando del primer amor.
- Y el último.
- Eso espero.- Calum sonríe y me guiña un ojo.- ¿Ahora te quieres vestir? ¿O voy a tener que hacerlo yo?
- Prefiero la segunda opción.- Calum me besa y me recuesta sobre la cama.- Te has vestido para nada.
-Cállate.- Me besa y mete la mano por dentro de mi pijama, algo me dice que hoy nos echarán la bronca por llegar tarde, pero valdrá la pena.