Era la noche del jueves y me había preparado para dormir. Tomé mi celular para invitar a Violet y Sam a desayunar en la mañana en la cafetería que quedaba a tres cuadras del instituto, cuando vi que tenía un mensaje sin leer, era de hace dos días. Recordé que no había leído el mensaje que tenía del número desconocido, así que decidí abrirlo intrigada.
Número desconocido;
No vayas el viernes al camino de las espinas. Es muy peligroso.
No contesté, pero por alguna razón en mi mente cruzó la idea de que el emisor de ese mensaje era Dominic. Aunque lo descarté de inmediato.
Fui hacia la cocina en busca de un vaso con agua y volví a mi habitación. Me metí en la cama y procuré dormir. Miré el reloj que estaba en la pared y mis ojos se inundaron de lágrimas al ver que era medianoche, esa maldita hora. Nunca olvidaré la noche que me dieron la noticia mas terrible de mi vida. Nunca la olvidaré. Es por eso que odio esta hora. Fue la hora en que un pedazo enorme de mi corazón desapareció de mi pecho cuando escuché sonar el timbre de mi casa y al bajar y abrir la puerta ver a Kev y a otro oficial de policía quitarse su gorra y pronunciar esas malditas palabras:
-Lo siento mucho. Sus padres se accidentaron. Murieron en el acto.
Traté de borrar ese horrible recuerdo de mi mente, pero se me hacía imposible. Me levanté de la cama, tomé una campera y me puse mis zapatillas. Cerré la puerta detrás de mi y bajé por el ascensor. Al salir del edificio decidí caminar. No tenía un destino, no sabía a donde iría, pero quería quitarme esos recuerdos por un momento.
Llegué hasta un gran parque. No había estado allí nunca. No había nadie y la luz era escasa. Al frente había una especie de terreno boscoso. Todo estaba oscuro. Me senté en un banco que se encontraba cerca de mi y traté de poner mi mente en blanco, me costó pero luego de intentarlo y cantar varias canciones pude lograrlo. Miré la hora en mi celular. No podía creer que habían pasado dos horas desde que me fui de mi departamento. Me dirigía nuevamente allí cuando una moto se paró delante de mi. Imaginen mi sorpresa cuando vi a Dominic bajar de ella.
-¿Caminando solita a estas horas y por estos lados, Owen? Es muy peligroso- me dijo y lo noté ¿Ebrio?
-No te importa Blake. Déjame en paz- le dije y segui caminando pero el me sujetó del brazo y me giré para verlo de frente.
-¿Por qué eres tan difícil? Nunca conocí a alguien tan testaruda como tú- dijo arrastrando sus palabras.
No le respondí. Estaba cansada y él ebrio. No sabía que hacer, no quería dejarlo en ese estado allí. Era peligroso que manejara así.
-Tú me importas, Owen. ¿No lo entiendes? Me preocupo por ti y ni siquiera sé por qué.
Debo admitir que eso no me lo esperaba. Dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad pero, viniendo de Dominic no sé que pensar.
-¿No me dirás nada?- no respondí- Acabo de decirte que me importas y tú te quedas en silencio. Eso es nuevo para mi. Cualquier otra chica ya estaría comiéndome la boca de un beso.
Asi que de eso se trataba. Sonreí sarcásticamente. Sólo quería coquetear conmigo para besarme y quien sabe para que más.
-¿Tú me mandaste ese mensaje? ¿El que decía que no vaya a la carrera?- le pregunté.
-Ni siquiera tengo tu número, Owen- respondió entre risas.
Me solté de su agarre y me fui dejándolo detrás de mi. Entré a mi departamento e inmediatamente fui hasta mi habitación y me tiré a la cama, no duré mucho tiempo despierta. El sueño me venció.
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Sin limites
Action¿Qué sucederá cuando las vidas de Alexa y Dominic se crucen? ¿Podrá el amor y la amistad vencer todas las adversidades? Una historia de amistad, amor, peligros, velocidad y muerte.