Imbécil.

112 11 1
                                    

Aquel viernes, estaba decidido a pasarla con Percy todo el día, me había llevado a su casa y había preparado algo de café, y si, aún seguía dandome besos aunque no ganara la apuesta, era tedioso poder comprender aquellos dulces labios, y poder entender aquella enmarañada cabeza que tenía, lo miraba con atención, mientras él se entretenía con algunos videojuegos.

-¿Que haces por la noche hoy, Nico?

Lo miré sorprendido, no esperaba que me preguntase algo asi, derrepente, un lado de mi cabeza pensaba en que no sería mala idea quedarme a dormir con él, a Bianca no le importaría.
A Bianca no le importa nada.
Suspiré apoyando mi cabeza en su hombro, claro que quería aceptar, claro que lo aceptaría.

-Nada, ¿Porqué lo preguntas?

-¿Quieres ir a una fiesta conmigo?

Miré el televisor mientras él se dedicaba a disparar zombies, nunca había ido a una fiesta, nunca tuve algún amigo que me dijera: "Hey, vamos a tomar un refresco" suponía que Percy era más de refrescos que de cerveza.
Estaba un tanto equivocado.

-Nunca fui a una fiesta.

-¿Qué? ¿¡Nunca!?

-Nope.

-¿Nunca bailaste con ninguna chica?

-No sé si te diste cuenta, Perseus, pero me gustan los chicos-pausó el juego y me miró.

-¿Te gustan los chicos?-lo miré sorprendido, esta era una mala broma.

-¿Eres idiota?

-Yo pregunté primero-lo golpeé y lo miré enojado.

-¿Qué no era obvio?

-N-No, bueno nun...

-Nos besamos tres veces, Jackson. Y en las tres ocasiones tú dabas el paso.

-Pero una cosa es que nos besemos, pero otra cosa diferente es que tú seas gay.

Llevé mis manos a mi rostro, estaba a un segundo de llorar, ¿De verdad él me haría esto? No quería repetir el mismo bucle con él, no quería que se alejara.

-Solo...solo dime si quieres que me vaya porque yo...

Tomó mi rostro y me besó con fuerza, volviendo a hacer aquel roce que tanto me agradaba. Era un imbecil, un precioso, maldito y bueno para nada Percy Jackson, quería cerrar mi puño y golpearlo justo en la hombría, porque eso se merecía el muy desgraciado.
Lo amaba, de verdad que lo hacía, amaba a este maldito chico, a este maldito imbécil que daba vuelta a mi mundo.

Lies.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora