Apuesta.

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De a poco y con una larga terapia de helado por el parque en las tardes con Percy, aprendía a sonreír.

Con cada broma que yo hacía, el reía a carcajadas, como si de verdad fuera tan gracioso.

—No fue tan gracioso...—dije con una media sonrisa.

—Fue la forma en la que lo dijiste—se limpió las lágrimas.

Me miró con detalle luego de eso, provocando que me sonroje y me levante del columpio donde estaba, habían veces en las que Percy me miraba como si quisiera leer mi seria cara con sus ojos, como si tratara de predecir lo que sentía en esos momentos. 

Al cambiarme de columpio, él me siguió, sentandose de nuevo a mi lado, lo miré con seriedad y el rió con ternura, se balanceó con lentitud y le dio un mordisco a su helado.

—Nico, me fijé que nada te parece gracioso—se columpió con fuerza.

—Para personas amargadas como yo, nos es dificil reírnos por cualquier cosa.

Se detuvo y me miró.

—No eres amargado y...yo te podría hacer reír. 

Lo mire de nuevo, creyéndole, ya que él era capaz de hacerlo si se lo propusiera. 

Finjiendo sarcásticamente, le dije:

—Claro, y yo lograré que se te saque lo estúpido—se levantó enojado y tomó las cadenas de mi lugar. 

—¿Quieres apostar?

—Suena interesante...

—Si yo gano, me compraras una caja de helados—se sentó en el césped.

—¿Y si yo gano?

—Si tu ganas, te llevare a cualquier lado..

—Tch—chasquee la lengua en negación, —por favor, Jackson, arriesgate más.

Penso por un largo rato, ya había terminado mi helado y podía ver a su cabeza expulsando humo. 

Me levante y fui hacía un basurero cercano, titirando las servilletas, al voltearme, Percy me tomó de la barbilla , mirándome fijamente. 

Luego todo pasó muy rápido. 

Lo vi todo en cámara lenta y detalladamente, me besó con lentitud, rozando sus labios con los míos de una forma única, estos eran tan suaves, dulces, reconfortantes, no quería separarme de ellos por nada en el mundo. 

Lastimosamente, no eramos un dorama, se separó y volvió a verme. 

—Saldré contigo...si tu ganas saldré contigo, Nico—me sonroje y lo miré sorprendido. 

Estaba confundido y por alguna razón...

Feliz, estaba muy feliz y contento, mi corazón bombeaba con fuerza. 


No podía hablar de lo impresionado que estaba, mientras el reía con ternura, yo me apartaba a todos los metros que podía, escondiendome entre los arbustos. 

—T-Tienes...ha-ha-hasta el sábado, Jackson—dije escapando de allí.


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