Fiesta.

115 10 4
                                    

Y de nuevo, Percy estaba arrastrandome a un lugar al cual no me sentía yo mismo. No me malinterpreten, las fiestas tal vez eran divertidas, solo que yo no sabía como disfrutarlas, nunca había ido a alguna, y lo más cercano que tuve a eso, fue algún casamiento de alguna amiga de Bianca, no lo recordaba y no me esmeraba en hacerlo.
El olor a cigarros, alcohol y hormonas se sentía en su pureza maxima, el roce de los cuerpos de aquellas personas hacia que el clima se volviera más caliente de lo usual, y yo no me sentía comodo. Habían demasiados roces, demasiados besos violentos y música muy fuerte.
Vaya, parecía un abuelo pensando de esta manera.
Quería volver a la habitación de Percy, con aquellos tiernos besos, con aquellos preciosos roces que tenía para ofrecerme, en cambio, para hacerlo feliz, había venido con él.

-¿Quieres?

Me pasó un vaso de lo-que-fuera-que-sea-eso, lo tomé y lo miré.

-No voy a probarlo...esto...¿Esto tiene alcohol?-el fuerte aroma que desprendía me confirmo antes de que el pequeño cerebro de Percy lo hiciera.

-Pruebalo, asi te divertiras-dijo sonriendo con su boba sonrisa de todos los días.

Confiando en él, lo hice, dandole un largo trago, aquel liquido quemó mi garganta, y disimulando un poco, pude sonreirle a Percy, no era delicioso, pero podía soportarlo ya que claro que tenía ganas de divertirme como aquellas personas y con Percy a mi lado podía hacer eso real.
Sin dudarlo, tomé otro vaso, y otro, y otro, y no recordaba la última vez en la que reí con tanto esmero como esa noche, derrepente todo paso tan rapido, estaba loquisimo, Percy tambien lo estaba, estaba sonrojado y me tomaba de la  cintura mientras bailabamos, ¿Esto era divertirse como un adolescente? Me encantaba.
Lo miré a sus ojos y luego lo besé con fuerza, sus labios sabían a aquella rara bebida, sabían a fresa tambien, nunca entendí y nunca entendería porqué esos labios eran tan dulces y tan preciosos para los míos. Derrepente, las manos de Percy subieron por debajo de mi camiseta, sonrojandome aún más, no quería que se detuviera, yo era suyo, yo lo era completamente, mierda, que bien sonaba.
No dudó por completo en arrastrarme a una pared y pegarme allí con violencia, dejandome inmovil con su rodilla entre mis piernas, enrojecí de la vergüenza, a este paso, y con aquellos húmedos besos, me calentaría.

-Percy...-gemí en su oreja.

Me apegó más a él, dejando que nuestros cuerpos se rozaran con violencia, apreté su camiseta y pude comprender algo, Percy tenía ganas de mi, por la forma en la que arrastraba sus manos por mi espalda, la forma en la que besaba mis labios, él quería hacerlo conmigo. Empezé a temblar cuando su cadera apretaba la mía y rozaba exageradamente nuestras pelvis, intenté separarlo, pero él no se inmutaba. No podíamos hacer eso, no aqui, no enfrente a tantas personas, no quería hacer el amor con Percy y que todos se enterasen.

-¿Quieres volver?-preguntó, plantando un beso en mi cuello.

-Ajá-chillé.

Lies.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora