Lies.

Amor.

Aquel pequeño accidente me hizo pensar en la forma en la que había ocurrido, en como mi pecho palpitaba con fuerza y mi rostro se enrojecía con tan solo pensar en aquel momento, en como Percy me había visto con aquellos preciosos ojos verdes que eran solamente míos, en la forma en la que arrastro sus manos por todo mi cuerpo como si tuviera miedo de tan solo acariciarme, los pensamientos regresaban cada vez que veía aquella divertida mirada siendo clavadas en mis ojos, no podía aguantar esta emoción que tenía en mi pecho, era como si mi fuente de adrenalina se abriera por completo, era como si me sintiera importante por primera vez para alguien, y no importaban las miradas, y no importaban los murmuros, no importaba nada más que él y yo en esos momentos.
Lo abracé con fuerza, llorando en su hombro, por primera vez me sentía feliz de tener a alguien completamente diferente como él solo, tan divertido a su manera, tan despistado, tan tonto, estaba feliz de mirarlo de esta forma, como si el amor recorriera mis venas con violencia, como si por fin fuera libre.

-No llores, Nico...-él tambien empezó a hacerlo, mientras sonreía con ternura.

-Tal vez lloramos porque estamos felices-murmuré tomando sus manos.

Tan solo se quedó allí abrazandome con ternura, haciendome entender que yo era suyo, que él era mío, haciendome entender que el amor podía ser real.

-Claro que lo estamos-sonrió con amplitud.