Lies.

Sonríe e Ilumina.

La última vez que sonreí de verdad, estaba entre los brazos de mi madre.

No recordaba lo que dije, o como sucedió, pero recuerdo el dulce sonido que hacia su preciosa risa, la forma en la que sus pecas eran tan perfectamente pintadas en sus mejillas, en la forma en la que parecían tan felices que escaparían de su rostro, mi madre en todo su esplendor, la miraba totalmente sorprendido.

Fue tambien la última vez en la que vi una preciosa sonrisa siendo demostrada de esa forma con felicidad desbordante que podía iluminar un camino sin luz. Eso era mi madre, la antorcha en mi oscuro camino.
Y ahora, como un idiota, intentaba recrear aquella sonrisa, en aquel espejo de ese viejo baño dejado y carcomido por el oxido.

Mi rostro no era para nada atractivo, en verdad parecía un niño, pero uno zombie que no resultó en el casting de The Walking Dead. Mi pelo estaba totalmente desaliñado, mis pecas eran abundantes, pero aquellas grandes ojeras que acarreaba desde hace tantos años las cubrían, maldije en italiano y bajé la mirada a mi lavabo, era suficiente por hoy, no quería ver mi rostro y sentir aquel vacío en mi pecho al hacerlo, ese vacío que se preguntaba: ¿Como llegaría a gustarle a alguien de esta forma?

¿Como llegaría a gustarle a Percy de esta forma?