Capítulo 9: ¡Visitamos a Rin!

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-¿Sousuke, Makoto? ¿Qué hacéis aquí?- ¿Y Haru?, quiso preguntar Rin. Pero no le pareció correcto. No quería hacer sentir mal a Makoto de nuevo.

Gou colocó un par de sillas para los invitados y se marchó a prisa de la habitación para que los chicos hablasen tranquilamente.

-Si necesitáis algo no dudéis en avisarme.- dijo antes de cerrar la puerta y dejarlos solos.

-¿Acaso es tan raro que tus amigos vengan a visitarte cuando estás enfermo?- dijo Sousuke respondiendo a la pregunta que su amigo sí formuló en alto.- Aah. Te dije que te enfermarías.

-Lo sé, lo sé. ¿Sólo vienes a regañarme?- respondió Rin sonriendo. Sousuke le devolvió el gesto tornándose más calmado. De verdad estaba muy preocupado por él y Makoto.

-Te hemos traído unos dulces ¿Te encuentras mejor?- dijo con suavidad el castaño mostrándole la bolsa. Sousuke vio por el rabillo del ojo cómo aún mostrando una sonrisa él también estaba un poco nervioso.

-Gracias. Estoy bastante mejor. Mañana seguramente estaré como nuevo. - Rin hizo una pausa en la que el ambiente se volvió otra vez denso. — Makoto yo...

-¡Para de disculparte Rin! Pareces un completo imbécil.- le regañó Sousuke. No quería que aquellos dos estuvieran enfadados. Sabía lo importante que se eran el uno al otro. Rin era uno de los mejores amigos de Makoto y viceversa. No permitiría que "por culpa de Nanase" tuvieran miedo de volverse a mirar a la cara o se estuvieran disculpado como idiotas todo el tiempo.

Sin embargo, calmando ese enfado, Makoto comenzó a reír.

-Perdón Sousuke, es que pareces su mamá.- dijo sin poder contenerse en las carcajadas.

¿Mi mamá? No... Sousuke siempre ha sido como un hermano mayor para mi. El mejor hermano mayor que haya podido tener.

Makoto cogió aire armándose de valentía y habló, tenía que hacerlo. No iba a perder a su amigo.

-Rin, yo también te debo una disculpa.

Sousuke volvió su vista a Makoto. No iba a permitir eso. Lo mismo que con Rin, sólo que a él no tuvo coraje de discutirle. Más bien todo lo contrario. Fue suave y paciente como nunca lo había sido.

-¿De verdad, Makoto, tú también? Sólo mostrasteis vuestros sentimientos ¿Es eso tan malo?

-¿Eh? ¿De cuando eres tan profundo?- Rin se cruzó de brazos contemplando asombrado las formas de su mejor amigo. El comentario de Rin y la risa de Makoto relajaron la situación.

-Tsk. Es la verdad. - Sousuke miró a un lado avergonzado. Sabía que eso no era propio de él pero no tenía que recordárselo.

Makoto volvió a conseguir fuerzas para continuar. A parte de Rin, no quería tampoco a un Haru triste. Su mejor amigo era demasiado importante como para dejar ese tema en el aire.

-También...-habló.- Hay algo que tengo que contarte que me inquieta. Esta mañana fuimos preocupados a casa de Haru. No parecía muy feliz, quizás deberías llamarle.

Antes de dejar contestar a Rin, intervino Sousuke con algo que le pareció importante:

-Había dos platos de caballa de anoche encima de la mesa.

Makoto asintió y habló de nuevo:

-Haru no había probado bocado. Se había quedado dormido esperando.

-Lo llevamos a desayunar pero estuvo enfadado la mayor parte del tiempo.

Makoto y Sousuke se acabaron las frases el uno al otro con coordinación. Rin miraba a ambos. Entreabrió la boca sin habla y un dolor en el pecho se le atravesó. Tiró de las sábanas a un lado y salió corriendo de la habitación sin importarle el resfriado ni la fiebre. Había estado tan pendiente de que Makoto no se sintiese mal que no se detuvo a pensar en lo más importante para él: los sentimientos de Haru. Su Haru.

De repenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora