De repente

Capítulo 3: ¡Sousuke nos toca limpiar!

Ya habían pasado un par de días desde que estaban nadando juntos. Todos los chicos estaban divirtiéndose. Hasta Haru parecía sonreír de vez en cuando, aunque luego lo negase. Y Rin estaba más que feliz con ello.
Aún así, por otro lado le preocupaba Sousuke. Había notado que se encontraba muy a gusto con los chicos de Iwatobi alrededor, lo que también era genial. Pero a veces su mirada se perdía y su gesto se tornaba demasiado reflexivo. Le conocía demasiado bien como para saber que su mejor amigo estaba teniendo alguna batalla interna. Temió que todo esto tuviera que ver con su lesión.

Aprovechó, mientras los demás se divertían jugando dentro de la piscina, para acercarse al borde donde estaba sentado Sousuke con la mirada naufragando en el agua, y lo llamó.

—Sousuke.— no obtuvo respuesta, por lo que continuó hablando. —Sousuke, ¿estás bien? ¿está bien tu hombro?

Mientras Nagisa, Rei, Nitori y Momo seguían salpicándose unos a otros. Makoto y Haru pararon a la vez a mirar a los chicos que se encontraban al final de la piscina. Ambos estaban demasiado serios. Makoto miró a Haru buscando una respuesta. Sin obtenerla y muy preocupado por sus amigos se sumergió y fue hasta ellos mientras Haru le siguió con la vista.

—No es nada. Mi hombro está bien, Rin.— se miró en busca de alguna rojez o enegrecimiento por el sobreesfuerzo pero no lo encontró. —Mira, hoy ni siquiera está hinchado, si te preocupa me echaré loción después.

A la simpleza de sus palabras, Rin apretó los labios pero no habló. Su amigo podía llegar a ser muy cabezota si se lo proponía y sabía que no iba a sacarle nada si él no quería.

Entonces apareció Makoto.

—¿Está todo bien, chicos?— dijo con un gesto de preocupación hacia Rin. El pelirrojo lo miró sin saber qué decir pues no sabía qué estaba pasándosele por la cabeza al otro.

Sousuke se puso una mano en el cuello y se disculpó:

—Parece que estoy preocupando a demasiada gente. No me pasa nada, estoy como siempre, de veras.— lo dijo muy sincero así que Rin le creyó levantó las manos con un suspiro de aprobación y volvió con los demás.

Sin embargo, si que había una pequeña mentira de su parte. No ocurría nada realmente grave pero... Llevaba un par de días encontrándose consigo mismo observando a alguien que no era Rin. Eso era bueno por un lado, había conseguido poner su mente en otro lugar. Sin embargo, sus ojos siempre acababan en él. "Es un chico encantador, por eso me gusta verle. Es cómo observar la parte amable de la humanidad", se autoconvencía.

—Si necesitas hablar puedo escucharte cuando solicites.— dijo Makoto sonriendo y le tendió una mano para que entrase en el agua.

A Sousuke le dió un vuelco el corazón, agarró casi temblando la mano de Makoto y entró en el agua. "Es eso, es eso, es generoso, nada más."

—Normalmente le tiendo la mano a Haru para sacarlo del agua. Creo que es la primera vez que lo hago para entrar a alguien.— rió el castaño con soltura. "Siempre Nanase, maldición... ¿Por qué?", pensó Sousuke.

Rin se había pasado media vida hablando de Haruka, ¡y ahora Makoto!

"Espera, ¿qué? ¿Qué mierda estoy pensando? "

Zarandeó la cabeza y en ese mismo momento Makoto dio media vuelta para verle. Con una nueva sonrisa, le recordó:

—Por cierto, Sousuke hoy nos toca la limpieza pero si te encuentras mal puedo decirle a Haru...

—¡No! —no le dejó terminar, quizás la negativa sonó demasiado estridente. Makoto se sobresaltó al escucharle y Sousuke continuó hablando con calma, reprendiéndose a sí mismo por asustarle. —No... Quiero decir, estoy bien, de verdad. Puedo hacer la limpieza hoy sin problemas.— "Mierda ¿qué pasa? Mi corazón late como loco. ¿Por qué me siento tan vulnerable?"